Leticia Arana
Las amenazas y restricciones expuestas por el gobierno de Estados Unidos, tras la cuarta ronda de negociaciones del TLCAN, Tratado de Libre Comercio de América del Norte, con el irreflexivo propósito de tomar ventajas económicas, de ninguna manera alterarán el ritmo de inversiones hacia Jalisco, pues en caso de que México se levante de las mesas o rechace condicionamientos , tampoco significará su salida del mismo o rompimiento de acuerdos, asegura a cuestionamiento de este medio, el coordinador del Consejo de Cámaras Industriales capítulo estatal, Daniel Curiel Rodríguez:
“…Lo que está sucediendo, es que Estados Unidos está en una posición tratando de imponer bajo amenaza sus condiciones y obviamente no se pueden aceptar ni por México ni por Canadá . Hay dos temas que creo son los más importantes, el principal este famoso llamado Sunset, que es la renegociación del tratado de libre comercio, se termine cada cinco años , y cada cinco años se esté renegociando, sería totalmente negativo;…-…Oiga Daniel y ya en un escenario así como muy caótico, como se comportarían las inversiones hacia Jalisco, hacia México concretamente por esta cerrazón y amenazas de Estados Unidos …?-…No es tan fácil y tendría que haber un proceso lejano, no estamos optimistas, pero tampoco podemos ser pesimistas, cuando México habla que puede levantarse de la mesa de negociaciones, significa que al levantarse los negociadores , todo quedaría en las mismas condiciones, no es que se acabe el tratado de libre comercio…-… Entonces las inversiones no estarían en riesgo…?-… Las inversiones hoy, o como están las condiciones, no hay ningún riesgo, lo que sí, es que causa incertidumbre…”
Cabe señalar que los representantes estadounidenses en las sesiones de renegociación, exponen que la comercialización o ingreso de alimentos mexicanos al vecino país, debe hacerse de acuerdo a la temporalidad, es decir que sean comprados cuando así convenga, o siempre que no tengan producción, algo inaceptable y contrario al libre comercio u competencia. Indica que trabajar bajo estas amenazas o restricciones no debe justificarse, por el solo hecho de ser la economía más poderosa. Otro ejemplo, es que en la producción automotriz, se utilice más de 80 por ciento de insumos estadounidenses, minimizando los nacionales y mano de obra. Frente a ello, incluso organismos empresariales norteamericanos, han enviado más de 300 manifiestos a su Congreso, defendiendo los beneficios igualitarios tanto para México como Canadá.