Leticia Arana
Como una medida que haga frente a la situación adversa por el alza en precio de los combustibles que generará incrementos en productos y servicios impactando el bolsillo de las mayorías, se hace necesario que Jalisco ejerza durante este año, el presupuesto de Egresos y Ley de Ingresos 2016, que fue de casi 94 mil millones de pesos, cinco mil menos que el aprobado para el actual, propone, Edgar Oswaldo Bañales Orozco, diputado priista, presidente de la Mesa Directiva del Congreso:
“… El objetivo fundamental de esto es ayudar a la economía de los jaliscienses, a que nos quedemos con el presupuesto de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos 2016. Hay municipios que solicitaron a este Congreso, en meses pasados y que lo aprobamos porque las condiciones sociales eran diferentes, incrementos en el predial , incrementos en transmisiones patrimoniales, negocios jurídicos, licencias comerciales, multas. Lo que queremos es que se ciñan al presupuesto y a la ley de ingresos del año 2016 …”
Detalla que esto de aprobarse tanto en comisiones como sesión de pleno, posibilitará un beneficio para todos, pues mitigará el efecto económico además de adicionar ahorro y economía de entre el seis y siete por ciento.
Del mismo modo exhorta a políticos y funcionarios de primer nivel renuncien a prebendas, como es el caso de vehículos oficiales, vales de gasolina, gastos de representación, celulares y otros privilegios, a fin d mitigar los efectos económicos. Aclara que a los diputados actuales, les fue retirado todo ello. A presidentes de partidos, pide a los partidos políticos de la entidad, devuelvan el recurso o prerrogativas, toda vez que aún no arranca el proceso electoral.
Sugiere sean utilizados los 50 millones de pesos que ha ahorrado el Congreso, a la construcción del Hospital Civil de Oriente, programas sociales, y a la Agencia Estatal de Energía, a fin de que pueda crear proyectos, estudios y programas que orienten el problema por la distribución y uso de combustibles o energéticos.
Cabe señalar que México, requiere la construcción de más refinerías, toda vez que solo existen seis, contrastando con las 670 que tiene Estados Unidos; por ello aunque se cuente con el hidrocarburo, tiene que enviarlo al país vecino para que lo refine, vendiéndoselo luego más caro.