Brenda Montiel
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La Red de Asistencia Ballenas Enmalladas (RABEN) se encuentra preparada para ayudar a cualquier cetáceo que se encuentre en peligro o atrapada con redes dentro de la Bahía de Banderas.
Sin embargo solo se conoce un 10 por ciento o menos de las ballenas que se enmallan, aun así la población de los cetáceos va en aumento. No obstante lo que preocupa a los biólogos es la muerte “tortuosa” que pueden tener estos mamíferos, ya que llegan a pasar meses cargando las redes, lo que les puede cercenar parte del cuerpo o les impide comer.
Por otra parte el ser humano también es preocupante ya que hay quienes arriesgan su vida por ayudar a las ballenas y mueren en el intento.
“Estamos demostrando que la RABEN esta lista, lo que sí es un problema muy fuerte es lo que llamamos de bienestar animal, porque en la muerte de las ballenas los responsables somos los humanos, pero también hay un problema de bienestar humano, porque tenemos los buenos samaritanos que quieren ayudar a las ballenas, se les hace fácil entrar al agua y rescatarlas, pero así ya ha muerto gente”, puntualizó Astrid Frisch Coordinadora Nacional de la RABEN.
De igual manera se está trabajando en la prevención y en dar conocimiento sobre los artes pesqueros, ya que se reciben ballenas enmalladas de diversas partes del mundo.
“Recibimos equipo de artes pesqueros de todos lados, trampas locales, o del norte, así que en Bahía de Banderas nos hemos encontrado un sinfín de casos, el último que fue el 20 de noviembre fue algo completamente nuevo que nunca nos había tocado, unos cabos de casi 2 pulgadas de grosor, que aparentemente no son artes mexicanas”
En ese tenor la RABEN ya está colaborando con el grupo global de Atención de Enmallamientos de la Comisión Ballenera Internacional, debido a que es un problema a nivel global. Los cetáceos pueden venir enmallados desde Canadá a Estados Unidos y así hasta México o viceversa.