Leticia Arana
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Guadalajara, Jalisco
El robo o suplantación de identidad, a través de documentos como la credencial del IFE, que ha propiciado una red de corrupción impresionante, repuntó en siete por ciento de 2014 a 2015 arrojando en el país, 92 mil denuncias ante un quebranto o perjuicio patrimonial, por 250 millones de pesos.
En Jalisco, generó 30 mil de estas, situándolo como líder nacional en la recurrencia de este ilícito, pues una de cada tres querellas, se registran aquí, afirma el presidente del Colegio de Contadores Públicos de Guadalajara, Luis Alberto García Sánchez, al hacer esta advertencia:
“…Aquí la recomendación es tener mucho cuidado con nuestros documentos oficiales, al momento de desechar nuestros documentaciones oficiales, como son los estados de cuenta, es recomendable destruirlos, no tirarlos a la basura si destruirlo porque es ahí el nicho para que las mafias, estos delincuentes se aprovechen y hagan armas de estos documentos; como pueden ver, esto es delincuencia organizada muy bien armada y ya están infiltrados a hacer delitos con la secretaría de hacienda y crédito público, llegan con sus IFE falsificadas, sacan su firma electrónica y crean empresas para lo que es el lavado de dinero y la venta de facturas…”
Por su parte, Omar Alejandro Lozoya Mancinas, miembro del citado Colegio, y víctima de suplantación de identidad, subraya la importancia de ser cautos a la hora de aportar información personal en transacciones comerciales o de tramitología, en las que incluso es usual la exigencia de entregar copia de la credencial del IFE, que exhibe el domicilio particular, ya que desafortunadamente, este es caldo de cultivo para los defraudadores.
Refiere que desde hace dos años ha sorteado dificultad institucional, para demostrar que es ajeno a maniobras financieras por 250 mil pesos , pues en ellas los delincuentes, han utilizado su firma.
Aconseja optar por tramitar y utilizar la credencial que emite el INE, pues en esta no se inscribe el domicilio particular, lo que si sucede con la del IFE.