Por Jorge Zul de la Cueva
Twitter: @zulanito
Spots, spots, spots. El juego de la presencia mediática al cuadrado sobre el absurdo dividido entre los capitales que puedan conseguirse ha comenzado. Las maletas que salen de Veracruz para apoyar a unos son capturadas por otros que juegan al escándalo en este sistema de partidos que llama a esta guerra de heces fecales sistema electoral.
En materia local veamos quién es quién en Jalisco y qué significan a fe mía los últimos acontecimientos:
La elección del PAN: El partido que solía tener valores y principios morales, el partido de la gente decente se fue convirtiendo poco a poco en el partido de la gente de centavos y centavera. En esa justa medida se llevó a cabo la precampaña que compararé, para no perder líneas y tiempo en explicaciones minuciosas, con un grupo de chimpancés, en un zoológico, aventándose heces fecales.
El ganador de este ridículo en medio de serias acusaciones sobre suciedades, acarreos, ratones locos, carruseles y prácticas mapachiles que hubieran puesto rojo de envidia al Negro Durazo y a Fidel Velazquez fue el siglo XVII que regresa con todo su oscurantismo religioso en la forma de Fernando Guzmán Pérez Peláez, pero ¿quién es este hombre y porqué afirmo lo que afirmo?
Fernando Guzmán tiene 11 hijos, los que el supremo hacedor quiso otorgarle. Prácticas como el uso de preservativos y derechos fundamentales como el que tiene la mujer para decidir sobre su propio cuerpo o cuestiones de equidad de género le parecen vomitivas puesto que se salen del canon de los derechos que diosito dio a los Hombres a quienes hizo primero y mejor (obviamente) que a las mujeres, incitadoras al mal, que deben estar bajo el yugo del marido que pondrá orden en la casa y las alejará del pecado.
Ya ni hablemos de matrimonios entre parejas del mismo sexo o los derechos conyugales de los mismos porque estas cosas le son, a Fernando Guzmán, torre de la fe, malsanos pecados que deben corregirse.
Esto francamente no me importa y el señor está en su derecho de creer esta y otras mil tonterías. El problema surge en el momento que su altísima gracia decide que sus juicios morales deben aplicar para todos y los convierte en leyes. Ferguzman, en resumen, es el regreso al estado regido por la iglesia.
Por su parte el Nuevo PRI no es otra cosa que el viejo PRI que se sale de su piel de dinosaurio para, en la botarga novedosa de jóvenes copetudos de buen ver, perfuma su discurso y sus modos con vientos de falsa modernidad.
Aristóteles Sandoval es una versión tropicalizada para Jalisco de Enrique Peña Nieto. Es más inteligente, seguro (pero una muñeca barby es más inteligente que EPN), su gestión ha sido bastante deficiente tal como afirmó el académico Jorge Narro en Mural (Aristóteles y la Memoria, editorial 12 de Enero de 2012) “Cada vez que Mural ha oprimido con el dedo, ha salido Pus de la administración de Sandoval”.
Ejemplos hay muchos: se permitió la apertura de casinos cuando se decía que no se haría, se compró concreto hidráulico a sobreprecio y se colocaron espectaculares promoviendo al mandatario en zonas prohibidas entre otras muchas cosas.
Entonces ¿Porqué Sandoval es el puntero en las encuestas?
Bueno, porque en dos años de gobierno ha invertido 170 millones de pesos en propaganda. Es decir que es un candidato de postín, su estrategia es la de una marca de perfume que vende milagros, imagen, sueños.
Esto no quiere decir que el candidato gane; para nada. Los punteros de las encuestas perdieron la interna del PAN en Jalisco y Guanajuato. Además, después de dos años de campaña, Aristóteles tiene poco que decir, pocos votos que ganar (el espacio que pudo ganar entre los votantes del estado ya lo conquistó en estos dos años) y muchos que perder. Su tendencia como la de EPN es a la baja.
Y el otro, ¿Quién es el señor Enrique Alfaro?
Alfaro hubiera sido un alcalde ordinario en cualquier otro país, un alcalde que al enfrentar un territorio olvidado, saqueado, mal planeado y lleno de problemas simplemente se puso a trabajar. Logró acuerdos en el cabildo, organizó el territorio de manera sensata, promovió leyes que den continuidad a los proyectos e impidan o por lo menos dificulten el saqueo. Es decir hizo su chamba. Esto, en estas tierras, es absolutamente extraordinario y de ahí el nivel sin precedente de aprobación de Alfaro y su popularidad creciente en el Estado.
Otro detalle interesante es el hecho de que a pesar de ser el abanderado de las izquierdas (PRD, PT, Convergencia, Movimiento Ciudadano y Alianza Ciudadana) en realidad está en pugna con el PRD Jalisco que es o era hasta hace poco propiedad personal del Grupo UDG que ahora juega también con el PRI. Alfaro se ha mostrado reacio a comprometerse con el PRD local lo que enturbia las aguas de la dichosa “unidad de las izquierdas”.
El PRD hubo de adherirse a su campaña porque Alfaro no los necesitaba, así de simple, y el partido por sí mismo hubiera perdido el registro sin ese candidato. Alfaro tiene el mayor margen de crecimiento o las mayores posibilidades en los personajes pensantes de Jalisco, Aristóteles ya no tiene para donde crecer y Fernando Guzmán cuenta con el apoyo de la curia, que al interior del estado puede cosechar bastantes votos. Por eso no es de extrañarse que Guzmán diga “la izquierda no pasará” en lugar de “vamos por Aristóteles” ya se ve quién es el enemigo a vencer en este juego.