Redacción Prensaglobal.com
Puerto Vallarta, Jalisco
Elementos de Bomberos de Puerto Vallarta atendieron este vieres el llamado de un padre desesperado que pedía ayuda para salvar a su hijo de 17 años, al cual encontró colgado.
Los elementos Axel Rábago y Rolando Villaseñor a bordo de la unidad PC-07 de Bomberos se acercaron de inmediato al lugar donde se originó el reporte y se entrevistaron con el señor Heriberto Sánchez, quien les indicó el lugar en el que su hijo Cesar se encontraba colgado y temía que ya estuviera sin vida.
Cuando llegaron los bomberos, el muchacho estaba perdiendo el brillo de sus ojos y sus labios tenían un leve tono azul, evidencia de la falta de oxígeno, pero su cuerpo estaba tibio. Una vez que lo bajaron le brindaron los primeros auxilios comenzando a darle el RCP (Resucitación Cardio Pulmonar) mientras llegaban los paramédicos y una ambulancia.
El trabajo del bombero comenzó a dar fruto, ya que se notó llenado capilar en los ojos que recuperaron brillo y las venas del cuello comenzaron a llenarse y a palpitar, eso los hizo incrementar la intensidad de los masajes.
Posteriormente llegó la ambulancia B-53, con los paramédicos Mario Ramírez y Enrique Cervantes, quienes al saber que la víctima respondía a los estímulos, continuaron con el trabajo pero antes intubándolo para oxigenarlo y respirar y ayudarlo a recuperar su ritmo cardiaco, al ver que ya trataba de respirar, lo aseguraron para trasladarlo al hospital Regional, donde ingresó a la sala de urgencias con la posibilidad de que se recupere y sobreviva.
Se supo que lamentablemente no es la primera vez que César intenta suicidarse, pues al cumplir 14 años trago pastillas para quitarse la vida, pero no lo logró porque recibió atención oportuna, logrando recuperase físicamente.
Al parecer el detonante fue la no correspondencia de una muchacha a quien quería culpar de su decisión y le envío una fotografía en la que se le veía atado del cuello y le dijo que lo hacía por ella.
La muchacha muy preocupada por esa situación llamó al padre del joven para avisarle lo sucedido. El señor Heriberto fue de inmediato al cuarto que su hijo rentaba y encontró la puerta cerrada, por lo que pidió a la dueña del lugar que le abriera y al entrar se encontró con la terrible escena.