Leticia Arana
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Guadalajara, Jalisco
Tras sumar hasta ahora, más de 100 toneladas de peces muertos, de los denominados popochos, en la Laguna de Cajititlán, municipio de Tlajomulco de Zúñiga, el Gobierno Estatal, a través de su vocero, Gonzálo Sánchez, determina que la falta oxígeno a causa de contaminación por descargas humanas, provoca el ecocidio en ese embalse, toda vez que el mismo alcalde de Movimiento Ciudadano en esa localidad, Ismael del Toro, reconoció falla en operación de plantas tratadoras del vital líquido:
“…Esta falta de oxígeno, tiene su origen en una degradación ,sostenida en la Laguna, esto es en pocas palabras, a la contaminación que existe en este cuerpo de agua derivado de la acción u omisión del hombre. El gobierno de Tlajomulco ha indicado que existe un 30 por ciento de las aguas que desembocan en la Laguna de Cajititlán que no son tratadas…”
En tanto el gobierno de Tlajomulco, soportado en el dictamen de la Comisión Nacional del Agua, responde que por ser una sola especie de peces muerta, es improbable que tal pérdida, ocurra debido a la descomposición de las aguas en dicho vaso lacustre.
Cabe señalar que el alcalde, Ismael del Toro, aseveró a principios de esta semana, que es muy clara la intención fabricada desde “el cuarto de guerra” para criminalizar lo sucedido en Tlajomulco, ya que todos los reflectores están puestos en la Laguna de Cajititlán y su contingencia, cuando existen otros puntos del Estado que enfrentan serios problemas de contaminación, como es el mismo Río Santiago.
El gobierno estatal, luego de rebatir que el fenómeno sea por causas cíclicas y naturales como argumenta Tlajomulco, exhorta a la cordura para solucionar esta contingencia ambiental, considerando la muerte de cuatro millones 300 mil peces, hecho que tiene a Jalisco expuesto negativamente ante los ojos del mundo, la comunidad ambientalista y medios de comunicación internacionales.