A menudo, los delincuentes son violados y golpeados en la cárcel, y especialmente aquellos que han sido condenador por delitos relacionados con niños.
Pero el caso del que hablamos hoy plantea una cuestión moral verdaderamente desconcertante ¿hasta qué punto el castigo que dicta un juez puede ser “complementado”, adicionalmente por un grupo de personas?
El instructor de artes marciales brasileño Daryell Dickson Meneses Xavier se entregó a la policía a principios de este año, admitiendo haber violado, golpeado y matado a su hijastro de 1 año.
Para acabar con su vida lo golpeó directamente en la cabeza, pero el pequeño pasó dos días en el hospital antes de fallecer.
Los prisioneros de la cárcel donde se encontraba Daryell recluido quedaron indignados al enterarse de la noticia, y decidieron aplicar su propia ley, violándolo brutalmente por unos 20 presos, en varias rondas y durante varios días.
Según el diario The Inquisitr:
“Tenía heridas por todo el cuerpo, las más graves en la región anal. Insatisfechos y todavía furiosos por el delito cometido por el profesor, los reclusos abrieron los puntos de sutura que recibió y lo violaron de nuevo.
Las manchas de sangre en la parte trasera de la ropa interior del jóven son una prueba de lo mucho que sufrió ” .
Algunos creen que el violador de niños no se merecía tal castigo, ya que esto estaba lejos de ser “su propia medicina”.
Pero la mayoría dice que Xavier no es más que una víctima justificada del karma.
Fuente: tvnws.com