POR JORGE OLMOS CONTRERAS/COLUMNA SIN DAÑOS A TERCEROS:
Si hay funcionarios públicos y personas sinvergüenzas que se convierten en auténticos parásitos de las entidades de gobierno, estos son los que, no obstante a recibir generosos sueldos y salarios –inalcanzables para los ciudadanos comunes y corrientes—todavía perciben jugosas compensaciones; y aún así, pretenden que sus contratos sean eternos, para siempre, vitalicios pues y que de esta manera los sigamos manteniendo con el dinero de todos y todas las contribuyentes.
Es el caso, ni más ni menos que del ex subdirector administrativo del Sistema de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Seapal), Luis Mario Figueroa Prado, aquél gerente de Banca Cremi hace más de 20 años, que también fue presidente del Centro Bancario de Puerto Vallarta –que en realidad era un grupo que sólo servía para realizar viernes sociales y emborracharse—y que fue rescatado del ostracismo y la pobreza en que se encontraba por el ingeniero Javier Rojas, quien lo invitó a trabajar al organismo de agua.
Y es que este personaje –totalmente desagradable para la mayoría de los empleados del Seapal, pues desplegó una conducta totalmente nefasta en las relaciones laborales–, oportunista como suele ser y con todo el resentimiento que pueda traer arrastrando por años, trata de aprovechar la coyuntura política que se vive al interior del PAN para sacar raja económica y política y de paso vengarse de quienes él supone son sus enemigos acérrimos: el pre-candidato a la alcaldía, Humberto Muñoz Vargas y todo su equipo de colaboradores.
EL INFORMANTE
Se sabe que este señor Figueroa recurrió ni más ni menos que al diputado Ramón Guerrero Martínez –el contrincante de Humberto Muñoz en las internas del PAN—para no sólo pedirle ayuda en su demanda laboral que sostiene contra el Seapal Vallarta, sino también para ponerse a sus órdenes y presuntamente facilitarle el expediente del o los litigios que tiene contra Humberto Muñoz Vargas para que El Mochilas utilizara la información de los mismos, como mejor le convenga, en el presente y futuro inmediato.
El Mochilas, que para esto se pinta solo, raudo y veloz le habría hablado a su amigo Rodrigo Aguilera Morales –el columnista del periódico El Sol Siempre Libres—para que soltara la versión de que Humberto Muñoz Vargas podría ir a la cárcel en caso de que se comprobara que falsificaron las firmas de renuncia de Luis Mario Figueroa Prado y de otros ex empleados como Karina Alva Montaño y el ex colega, ya finado, Jorge Alfonso Robles Ramírez.
De las lectura que nos da la conducta de El Mochilas en esta presunción, nos queda claro que el señor diputado, dolido y lastimado por la publicación del expediente que contiene la resolución del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), donde no sólo se le amonesta, sino que también se le advierte que de ser candidato del PAN le quitarían más de 1.6 millones de pesos de los recursos asignados a la campaña, habría ordenado que le pegaran a Muñoz Vargas.
Sin embargo, Ramón Guerrero Martínez sumó otro yerro a su ya larga lista de errores, ya que como sus fantasmas no lo dejan dormir y siempre se la aparecen con la cara de Humberto Muñoz Vargas, quizá por eso habría reaccionado de esta manera, al pensar que es el director del Seapal quien soltó la resolución del IEPC, cuando cualquier ciudadano la podía consultar, hasta diciembre pasado, en el portal del Instituto.
CASO RESERVADO
Y decimos la podía consultar, porque hace unos días el Consejo Electoral del IEPC ordenó reservar la información del “Mochilas Gate”, porque los abogados del legislador impugnaron la amonestación, y según el Instituto, cuando se impugna una resolución, su información obligadamente tiene que reservarse, porque se supone que el caso continúa y se debe tener la debida discreción como si se tratara de una Averiguación Previa.
Muy listos los licenciados del Mochilas, pero no contaron con que el diputado caería en falsedades el pasado lunes nueve de enero, al declarar a los medios que todavía no sabía si sus abogados impugnarían la amonestación del IEPC, cuando ésta ya se había presentado desde diciembre y Ramón, por supuesto, ya la conocía, pero prefirió mentir.
Pero regresemos al “golpe” –que sólo causó risa entre el equipo de Muñoz Vargas— presuntamente auspiciado por El Mochilas contra Humberto Muñoz, pues habría que trasladarse hasta el año 2008 para darnos cuenta de que Luis Mario Figueroa Prado, en efecto, se ha convertido en un parásito que a fuerza quiere que el Seapal le pague más de un millón 600 mil pesos como indemnización laboral, cuando él formaba parte del personal de confianza y además era el subdirector administrativo.
LOS TRAPOS SUCIOS
En una réplica que el jefe de prensa del Seapal, Sebastián Zavala Cordero envía al columnista de Tribuna de la Bahía, Jaime Castillo Copado, informa con precisión y claridad los abusos y excesos que cometió Luis Mario Figueroa Prado, al pretender que le paguen horas extras y aguinaldos que él mismo se pagó siendo el subdirector administrativo del Seapal.
Zavala le recuerda al columnista una carta enviada el 28 de abril del 2008 a todos los medios de comunicación, y que a la letra dice:
“Amigos periodistas, con el afán de darles mayor información sobre los cambios de personal suscitados en el Sistema de los Servicios de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado (SEAPAL) a raíz del nombramiento del CP Humberto Muñoz Vargas, escribo la presente que al mismo tiempo sirve para enviarles un saludo cordial.
En principio, creo que estaremos de acuerdo que no se trata en este caso de indefensos trabajadores quienes demandan al Organismo, sino de empleados de confianza, ejecutivos, políticos que se niegan a aceptar una realidad comprobable desde hace mucho tiempo, que con cada cambio de administración igual se renueva la dirigencia de toda institución, máxime cuando es de gobierno.
Quien llega, se rodea con gente de su entera confianza, como ocurrió cuando arribó Javier Rojas y permitió a Luis Mario Figueroa ocupar la gerencia administrativa del SEAPAL; éste estrenó su cargo despidiendo a Mireya Mariscal, Secretaria Particular de la Dirección General, liquidándola estrictamente de acuerdo a la ley.
Al asumir el control del SEAPAL, Javier Rojas ordenó a Luis Mario que reubicara a la dama en otro departamento, situación que ella no aceptó y prefirió que la despidieran y liquidaran; cuando la empleada de base manifestó su postura, el otrora gerente administrativo burlonamente le dijo a Mireya:
“De qué te quejas, si sabes que esto sólo dura unos años y esto ya se terminó, así que te tienes que ir, y sí, te vamos a liquidar…”
Muy pronto olvidó Luis Mario Figueroa su sentencia, puesto que ahora sin importarle haber sido el segundo de a bordo, alto ejecutivo, por supuesto que empleado de confianza, se atreve a presentarse públicamente como si fuera cualquier desvalido obrero al que se le niegan sus derechos laborales más elementales.
Nada más alejado de la realidad que esto; se le está ofreciendo, para evitar conflictos y atender un ordenamiento del Consejo de Administración del SEAPAL, trato respetuoso y considerado, pero sobre todo una liquidación que se ajusta perfectamente a lo que marca la ley.
Sin embargo esto no es suficiente para quien está acostumbrado a abusar, como fácilmente lo demuestra la cantidad que exige Luis Mario para acabar con su pleito, una cifra que se acerca al millón de pesos.
Para que se den una idea, el señor Figueroa demanda indemnización muy por encima de lo que permite la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público del Estado de Jalisco, que no autoriza pagar el 100 por ciento de la antigüedad a salario real.
Además, el hombre quiere que se le liquiden “horas extra no devengadas”, y no de los últimos meses que trabajó en el SEAPAL, sino horas que él jura, la Institución le “debe” desde el 8 de agosto de 2001.
Es decir, Luis Mario Figueroa exige el pago de horas extras que según dice, acumuló durante más de seis años, y que no cobró cuando él mismo era el responsable de esos pagos.
Encima demanda ahora que las supuestas horas extras le sean liquidadas no con base en su salario, sino con referencia al sueldo del Director General, argumentando que estaba en funciones de éste cuando trabajó fuera de su horario.
Y todavía más, el señor Luis Mario Figueroa exige igualmente que se le pague el aguinaldo correspondiente al año 2006, que de la misma forma asegura no haber cobrado o, mejor dicho, no haberse pagado puntualmente.
Lo anterior son algunos puntos que deben conocer sobre este penoso asunto de los despedidos; luego, les pido por favor que esperemos a las conclusiones a que nos llevará el desahogo de pruebas, para entonces sí, aunque éticamente no es lo correcto, poder estar en posición de emitir calificativos y/o cargar responsabilidades”.LA OVEJA CON PIEL DE LOBO
Como se observa, los abusos de Luis Mario Figueroa son claros y resulta indignante que hoy, aprovechando la coyuntura política, pretenda gravar al Seapal para que le paguen recursos que ya se pagó él mismo y que, por supuesto, ya se gastó.
Resulta todavía más indignante, que este señor Figueroa trate de aparecer como víctima ante la sociedad, cuando él mismo fue testigo, si no es que cómplice, de los excesos financieros que se cometieron en el Seapal Vallarta cuando el director fue Javier Rojas y Luis Mario era el que autorizaba todos los gastos.
Nada más faltaba que Javier Rojas –como el sinvergüenza ex regidor panista, Raúl Melín—también hubiera demandado al Seapal su liquidación laboral.
Por ello, y porque no tiene desperdicio para el interés público, reproducimos la misiva que Sebastián Zavala envió el miércoles a Jaime Castillo, donde precisa:
“Ahora, como respuesta al contenido de tu columna de hoy miércoles, que se publica en Tribuna de la Bahía, permíteme “enderezar” para ti, a través de la visión de nuestros abogados del SEAPAL Vallarta, la retorcida versión que nos ocupa:
El asunto se origina por las indemnizaciones de los ex trabajadores del organismo, mismas que en su momento el SEAPAL quiso pagar al cien por ciento, oferta que sin embargo, no fue aceptada por los supuestos afectados, quienes piden mucho más dinero del que legalmente les corresponde; esa es la razón del inicio de los juicios laborales que actualmente están en desahogo de pruebas con algunos incidentes por resolver. Queda claro que a estas alturas, la Sexta Junta local de Conciliación y Arbitraje no ha emitido laudo condenatorio que afecte el presupuesto 2012 de Seapal Vallarta, ni nada que se le parezca.
Sobre la cifra que los ex-trabajadores manejan en el mensaje que mencionas, podemos señalar que ellos hacen cuentas como si tuvieran una resolución condenatoria, como si hubieran presentado el juicio y SEAPAL nunca hubiera acudido al llamado de la autoridad, cosa que no ha ocurrido; es decir los juicios se están llevando a cabo en la instancia correspondiente y se seguirán cuidando jurídicamente hasta las ultimas consecuencias.
Argumentan falsificaciones y al respecto, un buen reportero les preguntaría ¿por qué no hicieron denuncias sobre ello ante las autoridades competentes? Si por lo menos ellos mismos creyeran su propio argumento, ya se hubiera interpuesto una denuncia al respecto, puesto que existen recursos que los peritos en la materia pueden utilizar para esclarecer esa acusación.
Puedo asegurarte que el que nos ocupa, es un juicio que sigue su curso e inclusive podría durar mucho tiempo más, por la naturaleza del mismo, y tu perfectamente puedes darte cuenta de que finalmente será la autoridad competente quién determine su resultado, no así alguna de las partes involucradas, como ocurre en el caso de esta increíble versión que mañosamente hicieron llegar a algunos periodistas ingenuos; es un grave y serio atrevimiento querer ser juez y parte.
Podrás deducir entonces que estamos ante un evidente intento por afectar la imagen del CP Humberto Muñoz Vargas; los que no pueden o no se saben defender en juicio, usan a los comunicadores y por ende a sus medios, con fines nada pulcros.
Tú eres un profesional inteligente; con esa confianza te remito todo lo anterior, para que sirva y por favor, atiendas esta petición de derecho de réplica. Te envío un saludo cordial y la seguridad de que estamos a tus órdenes para responder cualquier pregunta o esclarecer cualquier duda en torno a este penoso asunto”.
El caso va a dar para más, porque Luis Mario y compañía afirman, sin probarlo ni existir denuncia penal de por medio, que les falsificaron las firmas de renuncia y acusan directamente a Humberto Muñoz Vargas, asesorados, desde luego, por Ramón Demetrio Guerrero Martínez, mejor conocido como El Mochilas.
INFORMACION CLASIFICADA
MAL, MUY MAL QUE LOS ASESORES DEL DIPUTADO RAMON GUERRERO no le adviertan que hacer alianzas con la pluma cortesana que representa el columnista del Sol Siempre Libres, Rodrigo Aguilera Morales, le puede atraer más animadversiones al interior del PAN, ya que desde hace cinco años, cual vocero de los gobierno priistas, el ladrón de Liverpool se la ha pasado difamando y calumniando a los panistas a quienes no baja de “PANdejos”.
¿Así cómo quiere ganar El Mochilas?