El sistema de salud de Haití tiene dificultades para reorganizarse y muchos haitianos carecen de acceso a cuidados urgentes dos años después del terrible sismo del 12 de enero de 2010, consideró hoy la organización internacional Médicos sin Fronteras (MSF).
La organización internacional llamó en un comunicado a “seguir siendo vigilante” y denunció que “una parte de las estructuras de salud de la capital desapareció” al no ser ya “suficientes ni completamente operativas”.
Según MSF, el cataclismo reveló las carencias del sistema sanitario y “reconstruirlo va a requerir mucho tiempo”. Según cifras oficiales avanzadas poco después de la catástrofe, una treintena de estructuras de salud quedaron dañadas o destruidas.
MSF indicó que ha iniciado la construcción de cuatro hospitales en Delmas, Drouillard (periferia norte de la capital), Léogâne (al sur de Puerto Príncipe) y Tabarre (periferia noreste) además de otros 75 centros menores. La organización indicó que ha gastado 170 millones de euros en las acciones desarrolladas durante estos dos años.
También la organización Médicos del Mundo (MDM) hizo un llamamiento en el que abogó por la gratuidad de la asistencia sanitaria para las mujeres embarazadas y los niños menores de cinco años, “primer paso hacia un sistema de salud equitativo”, señaló.
“Tales políticas de ‘gratuidad’, cuando se benefician de una financiación duradera y de una buena planificación, mejoran considerablemente el acceso a los cuidados”, explicó MDM en un comunicado.
“El Estado haitiano y sus proveedores de fondos internacionales deben lograr rápidamente los recursos necesarios para la financiación de las políticas de acceso gratuito a los cuidados para los más vulnerables”, preconizó la organización que desea un marco legal para apoyar esta decisión una vez adoptada.
MDM indicó que ha tratado a 30.000 afectados por la epidemia de cólera, ha realizado 250.000 consultas y otros actos médicos.
MDM informó también que ha recaudado 24,1 millones de euros durante estos dos años para su obra de asistencia al final de 2011 y durante 2012. El drama del 12 de enero de 2010, según la organización, es que el cataclismo se produjo en un país “ya dependiente de la asistencia internacional”.
La ong reconoció al mismo tiempo “todos los límites de la ayuda humanitaria extranjera”, que calificó de “necesaria, pero que debería seguir siendo temporal”.
EFE