El vicepresidente suní de Irak, Tareq al Hashemi, aseguró hoy que es “inocente” y se mostró dispuesto a comparecer ante la Justicia, después de que ayer las autoridades emitieran una orden de arresto contra él por delitos de terrorismo.
“Juro que soy inocente y no he cometido ningún pecado contra mi país ni contra ningún ciudadano iraquí”, dijo Al Hashemi en una rueda de prensa desde Erbil, capital del Kurdistán iraquí, transmitida por la televisión Al Bagdadiya.
Al Hashemi se mostró dispuesto a comparecer ante la Justicia, pero pidió trasladar el proceso judicial al Kurdistán iraquí, ya que no volverá a Bagdad hasta que la situación vuelva a la normalidad en su domicilio, cercado por tanques y sin su equipo personal de protección.
“Propongo trasladar el proceso en su totalidad al Gobierno del Kurdistán (iraquí) y que asistan a la investigación y al interrogatorio representantes de la Liga Árabe y de la Unión de Abogados Árabes”, instó.
Al Hashemi se quejó de la politización de la Justicia en su país y de su dependencia del poder Ejecutivo.
“Me extraña, como vicepresidente de la República de Irak, que (el presidente de EEUU) Barack Obama pueda decir que ha dejado Irak como un país democrático con una Justicia independiente”, agregó.
“Yo le pregunto al señor Obama como vicepresidente de Irak: ¿de qué democracia está hablando señor presidente?”, indicó Al Hashemi.
El responsable iraquí consideró que el objetivo de la orden de arresto es perjudicar su imagen como político y subrayó que las circunstancias del caso son “sospechosas” ya que se llevó a cabo un interrogatorio y una investigación en 48 horas sobre unos supuestos crímenes “antiguos y complicados”.
El portavoz del Ministerio del Interior, general Adel Daham, informó ayer en una rueda de prensa de la orden de detención contra Al Hashemi acusado de delitos relacionados con el terrorismo.
Daham presentó los testimonios de tres detenidos, entre ellos dos agentes de policía, que afirmaron que trabajaban para Al Hashemi, quien supuestamente les había dado instrucciones para llevar a cabo operaciones terroristas aprobadas luego por él mismo.
Tras el anuncio, el bloque político de Al Hashemi, Al Iraqiya, decidió ayer boicotear las reuniones del Gobierno de unidad nacional, donde tiene ocho ministros.
El sábado pasado, Al Iraqiya resolvió suspender su participación en el Parlamento por lo que considera la politización de la Justicia, el incumplimiento de la Constitución y el sectarismo de la fuerzas de seguridad, entre otros.
Todo ello coincide con la marcha el domingo pasado de las últimas tropas estadounidenses que quedaban en el país, según el pacto de seguridad firmado por Washington y Bagdad.
EFE