El soldado estadounidense acusado de entregar documentos confidenciales de EEUU a WikiLeaks compareció por primera vez este viernes ante un tribunal militar, al iniciarse la primera audiencia del caso en su contra, en la que la defensa acusó de parcialidad al oficial que preside la audiencia.
Bradley Manning está acusado de entregar a WikiLeaks 260.000 cables diplomáticos de Estados Unidos, vídeos e informes militares de Afganistán e Irak mientras se desempeñaba como analista de inteligencia en una base militar cerca de Bagdad entre noviembre de 2009 y mayo de 2010.
El soldado servía en Irak cuando supuestamente transmitió los datos a WikiLeaks, que luego fueron difundidos globalmente en internet, en lo que constituyó una de las fugas de información sensible más importantes en la historia de la inteligencia militar estadounidense.
Manning fue arrestado el 26 de mayo de 2010 y desde entonces ha permanecido bajo custodia de las Fuerzas Armadas estadounidenses en bases de Kuwait, Quantico, en Virginia (este), y en Fort Leavenworth, Kansas (centro).
La llamada “audiencia del artículo 32”, que podría extenderse hasta una semana en la corte de Fort Meade, en Maryland (este), tiene por objeto determinar si Manning, que cumplirá 24 años este sábado, debe enfrentar una corte marcial.
Manning, que vestía un uniforme verde de camuflaje, parecía calmado mientras hablaba con su defensa, compuesta por un abogado civil, David Coombs, y por dos letrados militares designados, en el tribunal de Fort Meade, en Maryland (este). Durante la audiencia el abogado defensor pidió que el militar que preside el juicio fuera apartado del caso.
“La defensa va a presentar una moción para que usted se abstenga”, dijo Coombs al oficial a cargo de la investigación, el teniente coronel del Ejército estadounidense, Paul Almanza, alegando que había sido parcial en el proceso contra Manning. “Yo, por mi parte, desestimé la petición de la defensa de abstenerme como oficial de la investigación en esta audiencia”, dijo Almanza quien después llamó al tercer receso del día.
La defensa de Manning, compuesta por Coombs y por dos letrados militares designados, puede apelar a la decisión de Almanza de no inhabilitarse del caso pero la audiencia para determinar si Manning debe enfrentar una corte marcial por entregar documentos clasificados a WikiLeaks puede continuar mientras tanto.
La acusación presentó una lista de 20 testigos y todos “recibieron la autorización para comparecer”, dijo el letrado. En cambio, la defensa solicitó la presencia de 48 testigos, diez de los cuales también estaban en la lista del fiscal, pero “sólo dos de los 38 fueron admitidos”. “Un observador externo, una persona razonable, estimaría sin lugar a duda que hay un sesgo”, afirmó Coombs.
Coombs había pedido la comparecencia de testigos como la secretaria de Estado Hillary Clinton, el ex secretario de Defensa Robert Gates y el presidente estadounidense, Barack Obama. Manning enfrenta una serie de cargos, el más serio de los cuales es haber ayudado al enemigo, que le podría significar pasar el resto de su vida en prisión. Este delito también puede ser castigado con la pena de muerte, pero las autoridades militares afirman que no buscan aplicar esta pena.
Otras acusaciones incluyen “provocar por error que material de inteligencia sea publicado en internet”, violación de las normas militares de seguridad, fraude informático y robo de propiedad pública y de archivos. Activistas antibelicistas consideran a Manning como un héroe. Sus partidarios tenían previsto efectuar vigilias y manifestaciones en las puertas de Fort Meade durante la audiencia.
En tanto, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que permanece bajo arresto domiciliario en Gran Bretaña a la espera de la decisión judicial sobre su extradición a Suecia por delitos sexuales, negó conocer a Manning, pero lo ha defendido como a una víctima de los malos tratos del gobierno de Estados Unidos y ha recaudado fondos para su defensa.
AFP