Opinión por Edel García
Una Revolución es un cambio radical en el sentido de cómo se hacen las cosas. Es un acordarse de la razón y la responsabilidad asumida para transformar lo que debe ser transformado. La diferencia entre los que asumen una revolución y los que son revolucionarios es que los primeros solo lo hacen esporádicamente mientras que los últimos lo tienen como bandera e ideal.
La política también es un frente de revolución, tal vez se asocie más revolución con política que con otra cosa existente. Ya la etapa de desligarse para buscar la libertad y la independencia ante el opresor a nivel de país dejó de ser la meta. Hoy lo que se busca de un gobierno y un presidente municipal es una revolución interna, local… que vele por los intereses de los que representa.
Me parece un buen inicio luego de varios desaciertos de marcha (Mochivales, Reglamento Orgánico, Basura, Impuestos, Oídas sordas a reportes de negligencia de funcionarios, etc.) que se haya atajado la amenaza de los espectaculares. Al menos parcialmente se clausuraron los carteles publicitarios que habían sido instalados gracias a la mano del Ayuntamiento del Municipio.
La razón de peso recayó en una denuncia penal de falsificación de documentos por acuses de recibo de este proceso legal. Ya se había anunciado que los espectaculares eran una amenaza para la imagen típica, tradicional, pintoresca y multicolor de una ciudad-pueblo pequeña como Vallarta.
Este recinto es un lugar de costumbres que se aprecian. No es una ciudad citadina urbana y fumigada de smog y publicidad como la capital del Estado (GDL). El dinero no puede comprar la aprobación de lo mal hecho, no importa que venga del Tribunal administrativo. Es un impacto negativo para la actividad del turismo que es el sello económico de peso.
Habíamos mencionado que todo no fue negativo en el gobierno de Salvador González Resendiz. En su mandato hubo 80 espectaculares removidos y un ingreso carretero limpio de tamañas vallas. Esto se debió a una serie de operativos que garantizaban el cumplimiento de la Ley de Procedimiento Administrativo y el Reglamento de Construcción vigentes.
¿Qué costó? Pues costó que hubieran varios pleitos legales ya que los empresarios alegaron daños económicos y sus derechos violados. Ni modo, parte de esos pleitos legales los tiene que enfrentar hoy Mochilas pero son orgullo de una buena batalla por Puerto Vallarta.
En el día de ayer el alcalde junto con el titular de Reglamentos, Cuauhtémoc Villalobos y el presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles, Ignacio Cadena, se apearon cerca del río Ameca para clausurar uno de los siete espectaculares a los que se les colocaron mantas con la leyenda “clausurado”.
Supuestamente como parte del expediente del proceso de revocación de los espectaculares entraría también la denuncia penal por la falsificación de los documentos de acuse de recibo que hubo. La denuncia penal será amparada jurídicamente junto con las pruebas respectivas ante la Procuraduría del Estado. Así se hace.
Me parece bien
Como dije anteriormente, la iniciativa “Demos nuestra cara” que impulsa el gobierno municipal y obligará a empresarios a firmar una carta compromiso para que limpien su fachada en la franja turística es estupenda. Todo lo políticamente correcto y noble debe ser reconocido.