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Zona Chica por Hugo Lynn Almada

Van bien

viernes, 25 de enero del 2013

Opinión por Hugo Lynn Almada

Ya se veía venir. El pleno del Instituto Federal Electoral deslindó al PRI de cualquier anomalía en el caso de los monederos Monex que utilizaron para dispersar recursos, vaya-usté-a-sabé-con-que-fines, durante el pasado proceso electoral federal.

Los miembros del Instituto, en una reñida votación, deslindaron al partido en el gobierno de haber cometido alguna fechoría con los dichosos monederos. Quien inclinó la balanza fue Sergio García Ramírez, quien antes se había excusado de participar en la votación por su amistad y cercanía con los involucrados en el tema, pero quien, oportunamente regresó para salvar al partidote de una partidota de madre.

La decisión, por supuesto, abre un abanico de amplias posibilidades para los que quieran ser candidatos en el futuro, La inacción del IFE, por lo pronto, da lugar a cualquier tipo de estrategia en la que se utilicen recursos para el uso de las campañas políticas.

Desde la obtusa visión de los consejeros electorales, los abanderados podrán usar este tipo de instrumentos que son difíciles de fiscalizar, pues el recurso no deja huella alguna, cuando la Ley de la materia prevé que cada centavo que se utiliza en las campañas políticas debe ser auditable.

El PRI, que primero había negado la existencia de las tarjetas de Monex, terminó por admitir que existían, interesando estas un monto superior a los 66 millones de pesos, y que eran utilizados para “pagar la estructura” de ese partido. De haber sido sancionado el tricolor tendría que haber pagado unos 99 millones de pesos aproximadamente, pues la multa que se proponía interesaba el 150% del monto malversado.

El sometimiento de la autoridad electoral al poder ejecutivo es un hecho prácticamente innegable. Los consejeros del IFE, empezando por su presidente Leonardo Valdés, están dispuestos a servir de tapadera de las atrocidades electorales cometidas por el PRI, todas ellas tendientes a la compra de votos. Se creé que una buena parte de estas tarjetas, así como las dichosas tarjetas de Soriana, fueron usadas para la compra de votos.

Otro paso para atrás, ningún paso pa’lante.

Aun queda la insitancia del Tribunal Electoral, pero, con los antecedentes que tiene éste podremos adelantar que nada va a pasar. El nuestro es el País de la impunidad, lo mismo liberan a una secuestradora que avalan las trampas manifiestas del PRI. No es de extrañar, los priistas están armando desde ya un bunker en torno a su permanencia en Los Pinos, y su plan es avanzar en la conquista de cada estado y cada municipio. Hacerse de un IFE a modo y un Tribunal obediente es básico para esos fines.

Y van bien. Muy bien.

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