Leticia Arana
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Guadalajara, Jalisco
Tanto la Secretaría de Seguridad Pública Estatal como la Procuraduría de Justicia, siguen sin dar informes precisos sobre el número de muertos tras los hechos violentos en la zona limítrofe entre Jalisco y Michoacán el pasado fin de semana, del que inicialmente y de acuerdo con versiones locales, daban cuenta de 15 muertos, para luego añadir cuatro policías ajusticiados, cuyos cuerpos encontraron decapitados en Pihuamo; se agregan a este monto otros ocho muertos producto de la reanudación de tiroteos la madrugada de este 25 y 26 de diciembre respectivamente. Las primeras balaceras ocurrieron en el poblado de Briseñas dejando seis fallecidos, así como tres uniformados y un civil en Ayotlán. En Quitupan aseguraron otros cuatro cadáveres atados de pies y manos quienes presuntamente participaron en un enfrentamiento ocurrido en La Barca.
Ninguno de los titulares de las dependencias señaladas, Luis Carlos Nájera y Tomás Coronado Olmos, han emitido o presentado declaración oficial ni tampoco las estrategias para frenar la ola violenta. Cabe señalar que en Ayoltán, informan la renuncia masiva de 18 policías, entre ellos su jefe de corporación, ante el temor que despiertan las amenazas recibidas y el riesgo de ser elegidos o emboscados , esto tras el ataque a la presidencia municipal del lugar el pasado 23 de diciembre. El subdirector de la referida gendarmería, Juan José López Vázquez, admite que la comunidad externa preocupación por la inseguridad que representa para sus visitantes, en general familiares procedentes de Estados Unidos. Afirma que pidieron el reforzamiento de vigilancia a través del Ejército, a fin de recuperar el orden.