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Presidencialismo Renovado

lunes, 28 de noviembre del 2011

Por: Lic. Antonio Lugo Morales
Presidente del Instituto de la Administración Pública Región Puerto Vallarta

Nuestro Régimen Presidencial Mexicano tiene su origen en la Constitución Norteamericana promulgada el 17 de septiembre de 1787. Este texto Constitucional es el primero de la historia, democrático en esencia y significa la implementación de un nuevo régimen político frente a las monarquías absolutistas y aristocráticas de la historia que gobernaba en la mayor parte de Europa.

Este modelo de Constitución ha servido de inspiración a muchos otros países y en especial a los de América Latina.

Gobiernos de Coalición

La iniciativa de formar un Gobierno de Coalición se basa fundamentalmente en la perspectiva de la eventual necesidad de que en el 2012 ningún partido político tenga la mayoría suficiente en el Congreso y como lo refiriera el Senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, los Gobiernos de Coalición existirían aun ganando el PRI, como
todo indica que así será.

La iniciativa del Senador Beltrones fue bien recibida por intelectuales y actores de los diferentes partidos políticos. El pasado 7 de noviembre en el Palacio de Minería concurrieron a la presentación del ensayo «El futuro es Hoy», cuyo promotor es el
Senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, los ex candidatos presidenciales Francisco Labastida Ochoa, Diego Fernández de Cevallos y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, la presencia de todos ellos le dieron realce y fuerza política al evento y un firme y determinante apoyo a la propuesta del Senador Beltrones Rivera.

El ensayo «El futuro es Hoy» delinea tres elementos fundamentales; crecimiento económico, bienestar y seguridad.

El ensayo del Senador Beltrones en un compendio de valiosa información, incorpora en seis capítulos las siguientes premisas torales:
1. La delicada tarea de gobernar.
2. Hacia la fundación de un Gobierno de Coalición.
3. Gobierno de Coalición para representar mayorías sociales.
4. Gobierno de Coalición: un medio para generar crecimiento económico.
5. Crecimiento económico para garantizar la seguridad y la seguridad para generar crecimiento económico.
6. ¿Por qué el futuro es hoy?
La visión de hombre de Estado como lo es el Senador Manlio Fabio Beltrones sitúa a nuestro país en la ingente necesidad de que las reformas son impostergables y ellas faciliten los acuerdos políticos que garanticen que el próximo Presidente de la República pueda impulsar cambios dirigidos a promover crecimiento económico y combatir
de forma definitiva a la inseguridad resulte quien resulte ser el próximo Ejecutivo Federal el próximo 2012.
El ensayo «El futuro es Hoy» concluye su autor que tenemos frente a nosotros el reto de regresarle al Estado lo que le pertenece: la eficacia y su funcionalidad en un entorno democrático que facilite el encuentro de una sociedad plural y diversa y que deje claras las prioridades nacionales por encima de los desencuentros.

El tema del Gobierno de Coalición reviste singular importancia, pues el Senador Beltrones plantea en su tesis «Que es necesario comenzar a plantear la conveniencia de impulsar un Gobierno de Coalición democrática y de esta forma tener las condiciones para impulsar una nueva alternancia política de México que produzca gobiernos que den resultados concretos a la gente al cumplir con dos funciones que
a menudo parecen excluyentes: mayor eficacia, mejor representación política y rendición de cuentas».

El Gabinete

El concepto Gobierno de Gabinete es típicamente británico, y de manera tradicional ha sido considerado sinónimo del modelo parlamentario de Westminster, sin embargo, la doctrina británica contemporánea reconoce que el cabinet govemment está
dejando su lugar al Gobierno de Comité (govemment by comitee).
Los gabinetes no son órganos autónomos, en tanto que sus integrantes dependen esencialmente de la confianza del Presidente. Con la organización y funcionamiento de los gabinetes se racionaliza el ejercicio del poder presidencial al desconcentrarlo.

Desde la perspectiva del presidencialismo autoritario, lo anterior significa una pérdida de poder político en la esfera personal del gobernante, pero desde un enfoque institucional, el poder no decrece, su ejercicio se hace más racional en términos generales, la mayoría de las constituciones latinoamericanas establecen la facultad
presidencial de nombrar y remover a los integrantes del gabinete.

Catorce Constituciones de América Latina asignan facultades de gobierno al gabinete, en tanto que de ellas nueve atribuyen funciones de gobierno conjuntamente al Presidente y a los Ministros.

Entre las funciones sustantivas del gabinete en los países con presidencialismo renovado se encuentran las siguientes:

— Participar en los proyectos de ley que se envían al Congreso.
— Participar en la elaboración de tratados.
— Participar en la elaboración de presupuestos.
— Participar en la elaboración de los programas de desarrollo.
— Intervenir en la concertación de empréstitos.
— Refrendar decretos presidenciales.
— Ejercer la facultad reglamentaria.
— Intervenir en nombramientos
— Intervenir en la remoción de funcionarios.
— Ejercer el derecho de gracia.
— Convocar al Congreso.
— Celebrar contratos administrativos.
— Fijar aranceles.
— Definir y coordinar las tareas del gobierno.
— Solicitar informes a funcionarios.
— Deliberar sobre asuntos de interés público.
— Actuar como órgano de consulta presidencial.
— Ejercer el mando de las fuerzas armadas.
— Ejercer el veto.
— Autorizar la creación de bancos.
Esta amplia gama de funciones denota que paulatinamente, se van superando las inercias del presidencialismo tradicional y que el gabinete va dejando de ser solo una instancia de administración para convertirse en un espacio donde se discuten y se adoptan las definiciones políticas de Gobierno.

Las facultades y funciones del gabinete no reducen las atribuciones presidenciales, solo racionalizan su ejercicio; los congresos tampoco amplían sus atribuciones; el diseño únicamente procura atenuar la concentración y el ejercicio discrecional de las facultades presidenciales.

El Jefe de Gabinete

El Jefe de Gabinete no es un Jefe de Gobierno, porque actúa bajo la dirección, y en muchos casos por delegación del Presidente, pero en todo caso desempeña tareas de naturaleza administrativa y política que por lo general incumbían al Presidente.

La presencia de un Jefe de Gabinete no supone la de un Jefe de Gobierno, sino la de un Delegado Presidencial que permite alcanzar varios objetivos; adecuar la carga del trabajo presidencial, atenuar la concentración extrema de facultades, contar con un enlace funcional en el congreso y dar al Presidente una nueva tarea, la de mediador político. Esta última función no resulta viable cuando el propio Presidente está sistemáticamente involucrado en la toma de decisiones políticas y administrativas.

En algunos casos se han establecido instrumentos de responsabilidad política para los Jefes de Gabinete, que permiten disminuir la acción hegemónica de los Presidentes.
El establecimiento del gabinete y de un coordinador, donde no existe, y la utilización plena del instrumento donde ya esta adoptado, pueden ser factores que coadyuven significativamente en el proceso de racionalización del ejercicio del poder presidencial y que al tiempo que permitan reordenar el desempeño de las funciones presidenciales, le confieren al Presidente una función mediadora de la que tradicionalmente han carecido los sistemas presidenciales.

La Reforma Constitucional

Si bien el gabinete y su coordinador deben contribuir a desconcentrar el poder presidencial, se deben analizar rigurosamente las propuestas de Reforma que se deben de constitucionalizar para su funcionamiento, con el fin de evitar su posible inoperancia o en el peor de los casos, efectos contraproducentes que dañen aun más el frágil y torpe entramado de nuestras instituciones políticas.

Una vez seleccionados los proyectos de Reforma, se deberán hacer algunos ejercicios de simulación que permitan evaluar su desempeño y funcionamiento en distintos escenarios.

La inclusión de la figura de Jefe de Gabinete en la Constitución requiere de una mayoría calificado para su aprobación, dos tercios de los Diputados, es decir, 333 de 500, que en las condiciones actuales de Pluralidad en la integración del Congreso, requerirá del apoyo de más de dos de las fracciones parlamentarias ahí representadas.

Ejemplo (PRI 237, PAN 142).

En este sentido y derivado de los tiempos que se proponga la Reforma Constitucional, los términos de la Reforma en buena medida estarán determinadas por el interés y cálculo político de los actores involucrados.

Un paso esencial es la consecución de esta tendencia latinoamericana, es incorporar a la Constitución la figura del Gobierno de Coalición, y por supuesto el instrumento esencial que la consolida, el Jefe de Gabinete, como los dos primeros pasos para rediseñar, sin alterar sustancialmente el Presidencialismo Mexicano.

El objetivo es claro: moderar, acotar, modular la acción presidencial y armonizarla con las facultades y obligaciones del otro poder democrático: el legislativo.

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