Una réplica a plena escala del Arca de Noé abrió sus puertas al público en Holanda.
El clima desapacible no pudo impedir el lunes el buen humor de su creador, el holandés Johan Huibers. De hecho, la lluvia fue un evento apropiado.
Según la Biblia, Dios ordenó a Noé que construyera una embarcación de suficiente tamaño para salvar parejas de animales y a la familia de Noé mientras la Tierra se inundaba.
Traducido a medidas actuales, Johan interpretó la descripción que aparece en el Génesis para construir el arca. Mide 130 metros (427 pies) de largo, 29 metros (95 pies) de ancho y 23 metros (75 pies) de altura. Tal vez no es tan grande como para cargar con todas las especies del planeta, pero tiene suficiente espacio para que, digamos, un par de elefantes baile tango.
Huibers dijo haber completado un sueño de 20 años para enseñar a la gente la historia y la fe. El arca fue autorizada a recibir hasta 3.000 visitantes por día.
El arca de Johan sobresale en el horizonte holandés y es fácilmente vista desde una autopista cercana donde está anclada en la ciudad de Dordrecht, al sur de Rotterdam.
En la principal bodega del arca, un amplio espacio de establos apoyados por un bosque de árboles de pino, los visitantes observan una serie de animales de peluche y plástico como búfalos, cebras, gorilas, leones, tigres, osos, etcétera. En otra parte del arca hay un zoológico con animales reales que son menos peligrosos o más fáciles de cuidar, como ponis, perros, ovejas y conejos, y una impresionante colección de aves exóticas.
“Este barco es increíble”, dijo Alfred Jongile, que llegó de visita de Sudáfrica con su esposa holandesa.
Para Huibers todo comenzó con una pesadilla que tuvo en 1992 cuando Holanda, que está en tierras bajas, estaba inundada como en muchas otras veces en su historia.
Huibers piensa que son posibles nuevas inundaciones, no se diga por el calentamiento climático, y cita un pasaje del Nuevo Testamento que vaticina que las “ciudades de la costa temblarán” casi al final de los tiempos.
Sin embargo no está preocupado de que todo el planeta se anegue otra vez. En la Biblia, el arcoíris es la promesa de Dios de que no ocurrirá.
AP