Por Edel García
Este fin de semana tuvo lugar en el “Arena” (Alcaldía) del centro de la ciudad, la tercera parte de lo que ha dejado de ser una sesión del Ayuntamiento. Por penoso que resulte para todos, las reuniones entre los regidores de oposición y el Presidente junto con los ediles electos de gobierno municipal han llegado a ser casi improcedentes.
En la primera sesión del 1 de octubre todos quedaron KO con las atribuciones del nuevo Reglamento Orgánico en materia de toma de decisiones referentes a las finanzas y algunos puestos como tesorería: (atribuciones propias y no consultadas). En la segunda del 1 de noviembre, la oposición tomó cartas en el asunto y reclamó al TAE haciendo efecto de nulidad instantáneo todo lo aprobado anteriormente en la primera sesión: (efecto sorpresa).
El sábado durante la tercera hubo más de lo mismo…y uno se pregunta: dónde está la unidad, la comunicación o el papel del pueblo en todo esto. En el inicio de la sesión había varias personas que no podían entrar al ayuntamiento porque se lo impedían siendo que este tipo de reuniones de gobierno son públicas.
Excepto que se diga lo contrario el Artículo 104 del Reglamento Orgánico de Puerto Vallarta estipula que para que una sesión sea privada debe haber mutuo consentimiento por parte de los integrantes del Ayuntamiento o tenga una causa justificada. ¿A quién le conviene que el pueblo no entre y oiga de primera mano lo que sucede en el pleno del Ayuntamiento?
No entiendo por qué detienen el pueblo para luego admitir que hay que dejarlo entrar…tal vez porque venían con carteles. Así es la política, pero si se hiciera el trabajo bien no habría necesidad de carteles.
En medio de la sesión los regidores de oposición se declararon bajo protesta exigiendo un incumplimiento de lo que había decretado el TAE (Tribunal Administrativo Estatal). ¿La causa? Pues la presencia de Antonio Pinto, Secretario General del Ayuntamiento en la sesión. Este puesto de gobierno amerita un título de abogado, elemento sustancial que el Secretario actual no posee. Lo que por decreto del Reglamento Orgánico vigente sí es una violación.
Lo interesante es ver las declaraciones que esgrimía el Secretario General al respecto. Alega que el fallo del Reglamento no detallaba qué aspectos estaba nulificando pues uno es el tema jurídico y otro el administrativo. Lo curioso es que dicha resolución del Tribunal no dice claramente que los nombramientos estaban invalidados.
Realmente cada responsabilidad política dentro de un gobierno necesita de un personal calificado… al menos en este caso la oposición sí tiene razones claras. Es la primera vez dentro de la distribución de funcionarios en ese puesto, que el nombramiento de Secretario General es ocupado por alguien que no es abogado. ¿Quién lo puso? ¿Acaso no lo sabía? ¿Desconocía que le cuestionarían por ello?
Uno se pregunta por qué para algunas cosas se es tan exigente y para otras no. Me refiero a que otro de los encontronazos de la sesión fueron los asesores legales. Ahora el alcalde Ramón Guerrero colocó un grupo de 17 asesores legales para “blindar” legalmente la comuna. Una suerte
de procuradores que ocupen la responsabilidad defensiva ante las leyes a propósito de los 1500 mdp en juicios que heredó el gobierno municipal. ¿Qué alcance tienen? ¿Cuánto ganan? ¿Están en nómina? ¿A quién darán cuenta? La verdad no se respondió a ninguna de esas preguntas. El propósito es bueno pero los medio pueden no serlo del todo. ¿Para juicios y leyes sí hay abogados y para la Secretaría General no? Quién entiende la lógica a seguir…
No me gusta que la representatividad quede al descubierto, me agrada cuando el gobierno y sus funcionarios ediles son capaces y tienen criterio. Pero qué se puede decir que sopese que lo sean…prácticamente nada. Los únicos que hablan más o menos para prestar diálogo, aunque este no sea el más funcional son los ediles de la oposición junto con Ramón Guerrero, el síndico y el Secretario Antonio Pinto.
No se puede decir que tengan mucho armazón ni diatriba de peso argumentativo. Se la pasan en soliloquios y discusiones más que en aportes claros.
La mente no sabe, la boca no habla…
Susana Carreño es mejor como reportera de radio que como edil, no dialoga solo sabe espetar públicamente. Para el resto del cabildo florero que tiene Puerto Vallarta, nada que decir porque ellos no dicen nada tampoco. Solo levantan la mano y aprueban lo que ni ellos mismos conocen. Nada aportan a las discusiones y a veces, incluso levantaban el dedo para votar cuando el mismo Presidente Municipal ha dejado claro que en ese tema hay mayoría de aprobación.
Ya se sabe entonces por qué la prensa no podía tener repaso directo en sus declaraciones sino a través de Jaime Castillo el director de Comunicación Social. En realidad les convenía que no quedara en evidencia el nivel que ostentan. Con pena lo digo…
La esquiva idílica
Todavía no se han creado las comisiones edilicias ni hay propuestas tampoco. El asunto queda como esquivó el Alcalde Municipal y defendió el Síndico, a consideración de las especificaciones que dé el Tribunal de lo Administrativo.