La exalcaldesa del municipio mexicano de Tiquicheo María Santos Gorrostieta Salazar, que había sufrido dos atentados desde 2009, fue asesinada por desconocidos, informó hoy la Fiscalía del estado de Michoacán.
La Procuraduría General de Justicia en Michoacán (PGJE) confirmó en un comunicado el “lamentable fallecimiento de la exalcaldesa de Tiquicheo, María Santos Gorrostieta, quien fuera reportada como desaparecida por un familiar el pasado 14 de noviembre”.
Según el reporte del familiar presentado ante la Unidad Antisecuestros y Extorsiones de la Fiscalía, la última vez que vieron a la expresidenta municipal fue el pasado lunes, por lo que presentaron la denuncia dos días después, indicó la dependencia.
Gorrostieta Salazar, de 36 años, fue desde 2008 y hasta comienzos de este año alcaldesa del municipio ubicado en el sur del país, de unos 15.000 habitantes y con fuerte presencia de varios carteles de la droga, entre ellos la Familia Michoacana.
En uno de los atentados que sufrió, murió su esposo y también exalcalde de Tiquicheo, José Sánchez, el 15 de octubre de 2009, y ella resultó herida.
La fiscalía informó que los familiares de la exalcaldesa se presentaron la tarde del viernes al Servicio forense (Semefo) donde reconocieron un cuerpo localizado en una brecha del poblado San Juan Tararameo, del municipio de Cuitzeo, como el de Gorrostieta Salazar.
“Luego del levantamiento del cadáver y una vez realizada la necropsia de ley, se determinó que Gorrostieta Salazar, murió a consecuencia de un traumatismo craneoncefálico severo”, precisó la Fiscalía.
Por este motivo, las autoridades iniciaron una investigación penal por el delito de homicidio “en agravio de la exalcaldesa”, precisó la dependencia.
Según medios locales el cuerpo tenía heridas en las rodillas y dos golpes que parecen mortales en la nuca, además de marcas de que había sido maniatada.
No se ha informado sobre los posibles autores de este asesinato, pero las sospechas apuntan a posibles integrantes del crimen organizado que operan en esa comarca.
La última vez que Gorrostieta Salazar tuvo una sonada aparición pública fue el 24 de enero del año pasado, cuando mostró fotografías del torso y de la espalda para enseñar las cicatrices de los balazos que había recibió.
“Es testimonio vivo de que soy una mujer con fuerza y entereza, de que a pesar de mis heridas físicas y mentales, sigo de pie”, dijo la entonces alcaldesa de Tiquicheo al cumplirse un año del último atentado que sufrió.
El estado de Michoacán, donde hay extensos cultivos de marihuana y amapola, es una de las regiones donde los carteles de la droga libran una guerra por el control de la comarca y por las costas de la zona que se usan para el trasiego de drogas.
EFE