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La Pluma Crítica por Edel García

La finca de las antorchas

miércoles, 14 de noviembre del 2012

 

 

Por Edel García

Hace bastante tiempo atrás estuve en un evento de obras de teatro. Lo curioso del teatro es que puede ser pragmático pero también puede tener aristas muy subjetivas y abstractas que dificulten entender a plenitud. Tal fue el caso de la ganadora. Una obra que hablaba de un rancho donde no había electricidad y las personas se alumbraban con antorchas. El alcalde del lugar se la pasaba haciendo promesas a los lugareños de que algún día las cosas cambiarían pues para eso lo habían elegido.

Al final la trama no me gustó pero me queda la enseñanza de que años después puedo volver a ver esta obra en la vida real. Una ciudad con problemas de electricidad en su cara bonita del malecón, las personas molestas y un acalde que no puede sostener las promesas hechas de que las cosas cambiarán.

Hace menos de un año atrás una maestra del Estado de México que venía con su familia de vacaciones se electrocutó cuando se tomaba fotos en el renovado malecón de la ciudad. A pesar de que el reporte oficial señalaba que había sido un infarto la hermana dolida reclamaba que ella misma había recibido toques anteriormente y que era una muerte por electricidad.

En ese momento fue una noticia muy difundida. El presidente municipal Salvador González Resendiz, luego de que se escondiera de la prensa, les ofreció apoyo en los trámites para reclamar el cuerpo de Aidé Maribel Pachecho, ayuda económica para transportación y hospedaje. De todas formas el mal estaba hecho para una obra calificada como la nueva era de la modernidad de Puerto Vallarta.

Como de costumbre, especulación en la terminación de una obra muy debatida por los ciudadanos cuando se ofrecía a debate el llevarla a cabo en el Ayuntamiento. El final fueron los laureles para el edil a expensas de problemas eléctricos como consecuencia de la mala instalación de las luminarias del malecón. Como si en una obra tan importante lo primordial fuera solo la acera y el paso de los transeúntes para el disfrute de la vista del mar.

La seguridad ciudadana está primero que todo, máxime cuando desde un inicio la red de tendido eléctrico debió estar una parte enterrada para energizar y evitar recibir consecuencias nefastas por descargas eléctricas.

Aunque dicen por ahí que el único ser que tropieza con la misma piedra es el hombre, a veces uno no lo cree hasta que lo vuelve a ver. Hace dos meses atrás se informaba que el regidor Juan Pablo García Castillón, parte de la Comisión de Servicios Públicos municipales estaba revisando el diagrama eléctrico que se aplicó en la construcción del malecón por la empresa constructora Géminis. Se hicieron trabajos de reparación en las instalaciones eléctricas, en el cableado de las lámparas y las rejillas que rodean las palmeras del Malecón.

¿Qué resultó? Muy buena pregunta, a pesar de que se trabaje con el fin de evitar los toques a turistas y locales todavía no es suficiente. Lo de la obra de talla internacional del malecón es para las revistas y la gente que ignora, no es así el asunto para el vallartense que lee y se informa. Hoy

día, dos meses después es la misma historia de antes. Tienen que recibirse quejas y quejas de las personas afectadas para que alguien se digne a hacer algo que tiene que hacerse ahora por tercera vez: PENOSO.

Protección Civil estatal y la regidora Susana Judith Mendoza Carreño realizaron un recorrido en el malecón de Puerto Vallarta para detectar los desperfectos comentados. Ha habido quejas que en ciertos lugares se reciben pequeñas descargas eléctricas, principalmente en las jardineras y cerca del área de los baños. ¿No que ya se había trabajado en eso?

En el recorrido se detectaron problemas de electrificación, en las palmeras se notaba que no estaban los registros de luz debidamente instalados ni las mangueras hidráulicas. Es más, estaban juntas lo cual se presta para otro fatal accidente. Aurelio Vargas de Alumbrado Público le informó a la regidora que el tipo de cable no es el adecuado, por lo tanto no es seguro, además el malecón no cuenta con normas de alumbrado. ¿Qué es esto?

Bueno, resulta que los planos del cableado y el diseño luminario no coincide con el que tienen. Pero el colmo es que en el mismo lugar del trágico suceso de la maestra Aidé no se ha hecho nada. Aurelio Vargas reveló que al llover, el agua se mete dentro de la lámpara y genera descargas. ¿Qué tiene que pasar para que los gobiernos hagan algo decente y profesional por favor?

Ahora para acabar se tiene que aplicar una investigación, donde se requerirán los planos del malecón para poder inspeccionar como está construido. La tapa es que para reestructurar una obra magna de talla internacional de un año aproximadamente se necesita de una gran inversión. ¿Con qué dinero? ¿A riesgo de quiénes? ¿Habrán deseos de echarle ganas esta vez? No sé. En fin, la obra que les relataba es cierta, esto es la finca de las antorchas en el malecón.

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