Por Hugo Lynn Almada
Los pequeños problemas de la gente se imponen a los grandes problemas de la comunidad. Eso es una máxima que debe entenderse en todo momento. A un vecino le interesa más que en su calle pase el camión de la basura, pongan un tope o cambien la lámpara de alumbrado público, y en poco o nada se interesa en los problemas que siente ajenos, como es el cambio de uso de suelo en diversos puntos de la ciudad, la deuda o la conservación de la montaña.
Sin embargo, los ciudadanos debemos ampliar nuestro campo de necesidad. Es urgente para que, en consecuencia, pueda darse la satisfacción de las necesidades más cercanas.
SI al destino turístico logramos levantarlo del estado catatónico en el que se encuentra, tendremos la oportunidad de, en el mediano plazo, resolver los problemas más apremiantes en nuestro entorno inmediato. Urge, por ejemplo, el rescate de la zona centro, muy por encima de la solución definitiva a los problemas de vialidades internas. No es que una cosa sea más importante que la otra, en su dimensión las dos tienen relevancia, la cosa es que si logramos que el centro se revitalice, y con ello el comercio tenga un nuevo desarrollo, estaremos logrando que más recursos entren a las arcas municipales y estos sirvan para arreglar los cientos de calles en mal estado.
Si entendemos que no pueden construirse más torres de condominios estaremos teniendo la oportunidad de repartir los servicios como limpia, distribución de agua potable y seguridad entre menos habitantes, y ello impactará positivamente en la calidad de vida de quienes aquí vivimos.
Si atendemos las necesidades de infraestructura de la zona turística tales como mejores vialidades, alumbrado, recolección de residuos sólidos y seguridad pública lograremos atraer más y mejor turismo, y esto se convertirá en más empleos, más propinas y más recursos para atender a las colonias populares.
Sí, hay que cerrar la brecha entre el Vallarta turístico y el Vallarta poblacional, pero para que eso suceda debemos de tener autoridades que sin afán populista consigan hacer despegar de nuevo a nuestro destino turístico. Eso nos conviene más a todos.
MANCHÓN PENAL
Hay que ser pacientes. Las acciones de bacheo deben hacerse, pero si no hay dinero para lo básico hay que entender. El municipio no tiene varita mágica para resolverlo, pero en enero, con el concurso de todos, los impuestos pueden ponerse a trabajar.