Un grupo de mexicanos inició una campaña voluntaria de registro de votantes en el vecindario La Villita de Chicago, para que participen en las elecciones presidenciales de 2012 en México.
La modesta meta del grupo es alcanzar mil electores efectivos antes de que se cumplan los tiempos para enviar por correo el sufragio respectivo.
Los voluntarios, entre comerciantes, profesores y trabajadores de la construcción de distintas preferencias partidistas, contribuyeron con donaciones propias para formar el registro, desde la oficina hasta la impresión de propaganda y obtención de sobres para el envío gratuito del voto a México.
“El esfuerzo es ciudadano, ajeno al Consulado mexicano, y además de las donaciones, incluyendo de tiempo, se está recurriendo a rifas de modernos aparatos electrónicos para su sostenimiento”, comentó Salvador Pedroza, presidente de la junta de la Cámara de Comercio de La Villita.
El objetivo que persigue el grupo es lograr que un mayor número de ciudadanos mexicanos residentes en Illinois participen en la elección del próximo presidente de México, pese a que el Congreso de la Unión no logró ponerse de acuerdo para mejorar las condiciones en que se emite el voto en el exterior.
“Aun con la frustración de que no se logró una vez más la credencialización, creemos que hay mucha gente que tiene su credencial de elector vieja y puede con ella hacer uso de su derecho de elegir presidente, aunque el método no sea el idóneo. Lo que más falta es información y ese vacío es el que tratamos de cubrir”, agregó.
“En 2006 había cuatro millones de credenciales de elector en Estados Unidos, que con las deportaciones han disminuido. Sin embargo, la nueva migración ha balanceado la situación, por lo que se estima que hay cerca de tres millones de credenciales en Estados Unidos para ejercer el voto”, enfatizó.
Pedroza adaptó una de sus propiedades como oficina de registro, mientras Elvia Torres, recién elegida consejera del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, cedió tiempo semanal para recibir a los interesados en registrarse, y muchas personas más se dedican a pegar anuncios en bancos, negocios e iglesias de los vecindarios mexicanos.
La oficina está ubicada en el 3000 Sur de la calle Pulaski, suite D, con un horario de 11:00 a 15:00, y de 17:00 a 20:00 horas, y los requisitos son llevar la credencial de elector mexicano de cualquier fecha, y un comprobante de domicilio de Chicago o zona metropolitana.
“Queremos ayudar a la gente a que aproveche las pocas ventajas que no existieron en el voto de 2006, como es el porte pagado y poder bajar de internet la solicitud. Esto es lo que hay y debemos utilizarlo; para demandar más ya no hay tiempo”, opinó Elvia Torres.
Los voluntarios están organizados para responsabilizarse del registro de votantes durante su tiempo libre, e incluso llevan a sus hijos pequeños quienes ayudan en la labor, como sucede con el profesor de escuela elemental Porfirio Uribe.
Este fin de semana se abrió la oficina y se logró registrar a 20 personas que llegaron con dudas sobre si podrían votar, pero al ser asesoradas regresaron a su hogar en la misma colonia por su credencial y llevaron a cabo el trámite correspondiente.
Otros 12 voluntarios recorrieron el sábado la calle 26 de La Villita y repartieron propaganda a los clientes del Second Federal Bank.
El grupo está tratando de que su objetivo no sea frustrado a mitad del camino, por lo que revivió y registró la organización Red de Migrantes México-Americanos (REMMA), que funcionó en 2006, y eligió como su presidenta a Edith Gómez, vecina de la comunidad.
El trámite de envío de solicitud para votar concluye cuando en presencia del interesado se cierra el sobre con su nombre y dirección y con porte pagado dirigido al Instituto Federal Electoral (IFE) en México. “Hasta ahí llegará la participación de REMMA, cuyo objetivo es sólo registrar a los mexicanos como electores”, dijo Pedroza.
Después, cada elector esperará la llegada a su domicilio del sobre donde el IFE le envía su boleta para votar, junto con información de los candidatos presidenciales de todos los partidos para que emita un voto razonado, lo cual deberá ocurrir en los meses de marzo, abril, mayo y hasta el 30 de junio, cuando ya debe estar el voto en México.
El objetivo final de los voluntarios es mandar un mensaje al IFE y al Congreso mexicano sobre la demanda de la comunidad radicada en Estados Unidos de ser tomada en cuenta para ejercer correctamente su derecho, y en este propósito “no importa por quien voten los inmigrantes, sino que se hagan notar”, concluyó Pedroza.
Agencias