Leticia Arana
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Guadalajara, Jalisco
Después de que el Tribunal Electoral el Estado de Jalisco, emitió sentencia sobre la elección municipal en Guadalajara del pasado 1 de julio, que según el cómputo ganó el priista, Ramiro Hernández, frente a su más cercano contendiente, el ex gobernador, Alberto Cárdenas Jiménez del PAN, éste último lanza su condena e indignación al decir que el mencionado Triejal, se vendió y cedió a las presiones del PRI, pues no quiso ver el manejo fraudulento evidentemente documentado y comprobado: “ Triejal, desestimó pruebas presentadas porque no existió voluntad para llegar a la verdad de los hechos, sino complicidad para validar un proceso antidemocrático, irregular y alejado de la legalidad, pero seguiremos para adelante con este caso, Guadalajara no merece este agravio, tenemos con nosotros la fuerza de la verdad..”
Este proceso sigue vivo, insistió Cárdenas Jiménez, pues lo que sigue es el dictamen de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación -TEPJF- del que esperará un Juicio de Revisión Constitucional, ya que hay causales para anular la elección.
El pleno de Triejal dobló las manos ante la presión tricolor al pedir, dijo, que el caso estuviera en manos del magistrado, Gonzalo Julián Rosa Hernández, tío directo de la esposa de Aristóteles Sandoval Díaz, gobernador electo de ese partido en Jalisco.
Lamentó que pese a la contundencia de las pruebas no se aperturaron los paquetes electorales, aún cuando más de 800 casillas, presentan irregularidades. Con esto se eliminaron 30 mil votos, un caso sin precedente a nivel nacional. Hubo más sufragios dobles, que boletas; la negativa a abrirlos, pone de manifiesto que había una decisión tomada, abundó .
Ratificó que si existió compromiso público de Iglesias Evangélicas, pues aportaron más de 47 mil votos a favor de Ramiro Hernández, lo que demuestra violación al principio de separación Iglesia-Estado.