Por Jorge Olmos Contreras:
Sin duda, Rafael Cervantes Padilla es todo un caso de la sociología de rancho que debería llamar la atención de los estudiosos de la política de regiones con evidente atraso social, como los pueblos asentados fuera de la franja turística del municipio de Bahía de Banderas, donde da lo mismo elegir como alcalde a un sujeto con tendencias delincuenciales que a otro grosero y con complejos de dictador; o a un camaleón vestido de cordero.
El hecho de que de la noche a la mañana el nuevo presidente de Bahía de Banderas cambie de Partido y anuncie que regresa al PRI, representa una afrenta, una ofensa y una burla a todos los ciudadanos que en ese municipio de Nayarit votaron por un cambio y decidieron darle el triunfo a un representante del Partido Acción Nacional.
Como se sabe, este campesino de San José del Valle participó en los comicios pasados como abanderado del PAN y ganó, pese al intento del ex alcalde Héctor Paniagua y toda su corte por robarle el triunfo. La gente que quería sacar al PRI de Bahía de Banderas defendió contra viento y marea esta victoria, no permitió que les robaran y se fajó los pantalones y las faldas para apostarse a las afueras de las oficinas de la Comisión Municipal Electoral con el objetivo de defender voto por voto y ratificar lo que se obtuvo en las urnas.
La gente estaba contenta, por fin habían logrado sacar al PRI de la presidencia municipal; se podía decir que había un matrimonio feliz entre el alcalde y los ciudadanos y que podría tenerse una relación simbiótica de ayuda y apoyos mutuos para trabajar y construir un municipio que pudiera darle una mejor calidad de vida a sus habitantes.
OTRO CLUB DE TOBI
Sin embargo, los primeros focos se prendieron cuando el alcalde electo comenzó a revelar el nombramiento de su equipo de trabajo y la luz pasó de amarilla a roja en el momento que se supo que Rafael Cervantes metió a trabajar a amigos, compadres y familiares en el nuevo Ayuntamiento.
Algunos querían darle tiempo de que tomara las riendas de la administración y comenzara a gobernar, pero otros francamente estaban alarmados cuando empezaron a ver que el presidente municipal estaba rodeado por lo menos de 15 guarda espaldas provenientes –algunos de ellos—de la empresa de seguridad privada propiedad del nuevo director de la policía, Wistano Ríos Ortiz, SEGPUPRI.
Lo peor es que días más tarde comprobaron que los hijos, la esposa y hasta el papá del alcalde también traían guaruras que los cuidan día y noche. Que nada más les faltó que le pusieran guarda espaldas a la sirvienta.
También vieron, con decepción, cómo el presidente municipal panista compró varias camionetas del año que sirven para trasladar a sus hijos al colegio y pasearse por todo Bahía de Banderas y, desde luego, para visitar Puerto Vallarta o salir de compras a Tepic o Guadalajara.
LA GRAN DECEPCION
Pero la gran decepción para cientos de ciudadanos vendría más tarde –justo dos meses después de que asumió la presidencia municipal–, cuando el domingo seis de noviembre anunció que se declaraba priista, que regresaba al PRI y que abandonaba el Partido Acción Nacional que lo llevó al poder.
Por si esto fuera poco, el anunció de su “chapulineada” lo hizo el presidente nacional del PRI, Humberto Moreira (quien próximamente puede enfrentar un juicio político por posible malversación de fondos públicos y falsificación de documentos) al “felicitar” a todos los panistas que “han regresado a las filas priistas”.
Y como si fuera un muñeco de trapo al que es fácil manipular, Rafael Cervantes se dejó poner una chaleco rojo con la propaganda de Enrique Peña Nieto, lo cual desconcertó y decepcionó aún más a cientos de personas de Bahía de Banderas que le confiaron el voto y que pensaron que podía gobernar de una manera distinta, sin las mañas, vicios y corruptelas que suelen acompañar a los gobiernos priistas y cuyo mejor ejemplo lo tenemos de este lado del río Ameca.
Así las cosas, si las alarmas ya estaban encendidas en Bahía de Banderas por la forma en que Rafael Cervantes Padilla se conduce en el nuevo Ayuntamiento –donde todo lo maneja de una forma familiar—y donde metió presuntos delincuentes a las áreas de seguridad pública y tránsito municipal, como un tal Luis López que hasta antecedentes de secuestro dicen que tiene, los focos rojos se prendieron aún más al momento de declararse priista.
LOS CUESTIONAMIENTOS
Ya convertido en tricolor, a Rafael Cervantes se le hará más fácil robar y operar la seguridad pública con personas tan cuestionadas como Wistano Ríos Ortiz –cuya empresa de seguridad privada opera en la informalidad total, pese a ser la que cuida las propiedades del magnate Graciano Soverniego, dueño de Pueblito Paraíso y el campo de gol El Tigre donde años atrás mataron a un supuesto hijo del narcotraficante Nacho Coronel— y seguirse de frente para evadir la justicia ante las denuncias penales que pesan sobre su persona por fraude en perjuicio de los ejidatarios de San José del Valle.
Los excesos de Rafael Cervantes son tan obvios y su corrupción tan clara, que a su yerno, Alfonso Ramírez, lo nombró Jefe de Protección Civil sólo para que este señor se llenara los bolsillos de dinero con la credencial del Ayuntamiento.
Tenemos información fresca en el sentido de que Alfonso Ramírez realiza todo tipo de inspecciones a las grandes obras como hoteles y centros comerciales y les aplica toda clase de multas y amenaza con clausurarlas, con la intención dolosa de ejercer presión sobre los encargados y que contraten el servicio de ambulancias de algunos de sus amigos.
Un ejemplo lo tenemos en la obra de lo que será la tienda departamental Chedraui, donde uno de los responsables no quiso contratar los servicios de ambulancia de cierta empresa, porque ellos ya están apalabrados con los recomendados del Jefe de Protección Civil, por lo que ni mejorando el presupuesto los podían contratar.
NEGOCIOS EN PROTECCION CIVIL
Después se supo que el “recomendado” por el yerno del alcalde Rafael Cervantes es un paramédico de la firma “AC HEALTH” de nombre Alejandro Ceballos y que antes fue jefe del propio Alfonso Ramírez cuando ambos trabajaban en Puerto Vallarta.
También se supo que esta empresa, “AC HEALTH” no se dedica a prestar servicios en obras de construcción, que su fuerte son los traslados y eventos particulares, pero aún así rentó la ambulancia de otro amigo para poder ganar clientes, que a su vez los pone Alfonso Ramírez.
Otro de los que también incurre en estas prácticas lesivas para el resto de las empresas que también se dedican a prestar este tipo de servicios, es ni más ni menos que Alejandro Arias –el Jefe de Protección Civil del Ayuntamiento de Puerto Vallarta–, pero él lo hace en esta ciudad portuaria, donde siempre “recomienda” a una de sus íntimas amigas, la señorita Verónica Lizet García, quien maneja una compañía de servicios de ambulancias para obras de construcción.
Lo más grave es que se presume que Verónica Lizet García es sólo la pantalla del Jefe de Protección Civil de Vallarta, y que el verdadero dueño de la empresa es el mismísimo Alejandro Arias, quien no pasaría una auditoría fiscal de todo lo que tiene y que la mayoría de las veces sale a nombre de su amiga.
Sobre estas prácticas corruptas, sabemos Alejandro Arias recomendó “la empresa” de ambulancias de Verónica para la obra del hotel Dreams que se construye atrás de la Mega Comercial Mexicana de Puerto Vallarta y donde ya se han registrado tres accidentes y donde “la empresa” sólo tiene una ambulancia estacionada con un paramédico que no se sabe si está capacitado o no.
CARTA AL ALCALDE
Uno de los afectados por esta competencia desleal, nos envió una copia de lo que le hizo llegar al alcalde de Bahía de Banderas:
“Señor presidente de Bahía de Banderas su yerno acaba de empezar y ya está haciendo sus tranzas. No es justo que su yerno esté recomendando a sus amigos en las grandes obras, debería de haber una página de Internet y que ahí se registraran todas las empresas que quieran competir sanamente, sin recomendaciones.
Seria justo que el cliente decidiera por el mejor precio y el mejor servicio, pero con esto solo obligan al de la obra a contratar al recomendado por miedo a que les clausuren, ponga en orden a su yerno y en esa dependencia, pues las empresas estaremos vigilando cualquier cosa turbia con esto de las obras, pues el sol debería de salir para todos no solo para los amigos de su yerno”.
Lo dicho, Rafael Cervantes es todo menos un buen alcalde.