Por Jorge Olmos Contreras
El asalto ocurrido la tarde del martes en la exclusiva tienda departamental Plaza Galerías es un claro ejemplo de que la vigilancia policiaca, pública y privada, es todo un fracaso en Puerto Vallarta, donde cualquier grupo de ladrones audaces puede cometer cualquier cantidad de atracos con total impunidad, sin que los cuerpos policiacos –ahora incluyendo a la Armada de México y al Ejército—tengan la inteligencia y la coordinación para detener a los responsables de estos ilícitos.
El robo –que podría ser millonario porque se llevaron diamantes y piedras preciosas—a la joyería GAD & CO dejó entrever aún más la irresponsabilidad de los dueños de Plaza Galerías y ó en su caso del gerente que debió tener el cuidado de montar un moderno circuito cerrado de televisión para brindar seguridad a sus locatarios y éstos a los clientes y visitantes.
No es posible que siendo Carlos Slim el hombre más rico del mundo, tenga en operación una tienda de “primer mundo” sin cámaras de vigilancia, que son imprescindibles en cualquier centro comercial, toda vez que estos sitios sufren constantes intentos de robos todo los días.
Si el problema de la tienda es la deficiente seguridad privada –al parecer a cargo de la empresa Drago—, el gerente está obligado a tomar las medidas necesarias para cancelar el contrato a esta firma que muchas de las veces ni siquiera tienen personal capacitado para hacerle frente a una contingencia como la del asalto del martes pasado.
DIME DE QUE PRESUMES…
Es realmente sorprendente que el comandante de la Policía Investigadora haya dicho que la tienda no cuenta con cámaras de seguridad privada, ya que Plaza Galerías presume tener “Seguridad privada y cámaras de circuito cerrado de T.V.”.
De hecho venden como valor agregado dicha “seguridad” en sus portales de Internet: “Nuestros visitantes e inquilinos están seguros y protegidos dentro de nuestras instalaciones, ya que contamos con elementos de seguridad para salvaguardar el Centro Comercial”.
Los inquilinos, que no son otra cosa más que los locatarios, deberían exigir respuestas a los encargados de la tienda, ya que si les vendieron o rentaron espacios para vender sus productos y mercancías con la promesa de que contaban con un moderno y seguro equipo de cámaras de seguridad para evitar robos y otras contingencias, les mintieron.
Qué podemos decir de la joyería robada, cuyos dueños van a tener que llegar hasta las últimas consecuencias para pedirle cuentas a Plaza Galerías, pues el hecho de que se suscite un robo de esta naturaleza engloba todo un universo de sospechosos, desde los empleados del mismo negocio, hasta los vecinos y sobre todo, los encargados de la seguridad privada, quienes en otras ocasiones se han hecho de la vista gorda para eludir su responsabilidad.
OTROS ROBOS EN GALERIAS, IMPUNES
Hace unos meses, la señora Xochitl Guadalupe Díaz Santos Rivera sufrió un robo de su bolso en donde cargaba varias tarjetas bancarias y, pese a que dio aviso al personal de seguridad privada de Plaza Galerías, éstos se salieron por la tangente y no quisieron dar explicaciones de la deficiente seguridad privada que dicen proporcionar a todos los clientes y visitantes de la plaza.
En esa ocasión, la señora Díaz Santos narró que ese día fue a Plaza Galerías en compañía de su nieto de tres años de edad, Emilio Mauricio Sotelo Gómez, y que al estar en la zapatería denominada “Dione” se le acercó una persona del sexo femenino, de una edad
entre los 25 y 30 años, la cual le hizo platica sobre el niño y la distrajo un poco.
“En ese momento me paré para entregar unos zapatos que me estaba probando y esa mujer pidió unas zapatillas para probárselas, pero en ese momento recibió una llamada y le dijo a la vendedora que ya se iba a retirar”.
“Unos minutos después yo también me retiré, tomé mi bolso de mano y al tacto sentí que no estaba mi monedero, sospechando inmediatamente de la chica que se me acercó y presumo que mientras me distrajo alguien más sustrajo mi monedero, el cual traía una tarjeta de Banamex, otra de Costco Banamex, otra de crédito de Santander Serfín, una más de crédito de Banorte, otra de Banorte y otra más de Banamex de cuenta perfiles, motivo por el cual reporté de inmediato el robo, primero a los agentes de seguridad de la tienda, que no hicieron gran cosa para tratar de localizar a la muchacha ni mis pertenencias”.
VACIARON LAS TARJETAS
“Después me fui a mi domicilio para verificar los datos de las tarjetas bancarias y reportarlas”.
De la tarjeta de Banorte, habían realizado tres transacciones, de las cuales dos eran de la tienda Soriana, probablemente en la sucursal Playa de Oro por 646 pesos y la segunda por 13 mil 999, mientras que la tercera transacción fue en Walmart por 19 mil 880 pesos.
También hicieron compras con la tarjeta Banamex, una por 387.78 pesos y otra por 16 mil 366 pesos, ésta última fue una compra pactada a 12 meses sin intereses. De la tarjeta de Costco Banamex
hicieron dos compras, una por mil 363 pesos y la otra por mil 462 pesos, por lo que pidió a la Procuraduría una minuciosa investigación sobre estos hechos y de paso alertó a todas las personas que acuden a Galerías Vallarta para que se cuiden y no se dejen sorprender por los ladrones, ya que la seguridad privada no sirve para nada.
Xóchitl Díaz Santos puso una denuncia de hechos en la Agencia Receptora del MP, según la Averiguación Previa 2852 /2010, pero a la fecha –de esto ya pasaron más de cinco meses—no le han solucionado nada ni han atrapado a los presuntos responsables.
NEGLIGENCIA POR TODOS LADOS
Pero volvamos al robo de la joyería, ya que la Policía Investigadora, si realmente está interesada en seguir las pesquisas como es su obligación, debería exigir los videos de las cámaras que hay dentro de la tienda Liverpool y que tienen un alcance de 360 grados y que bien pudieron grabar el momento en que los asaltantes salían de la Plaza por el lado poniente de la misma, donde al lado derecho (de salida) existe una cámara justo donde se encuentra la venta de libros.
Hay que recordar que las cámaras de Liverpool fueron muy eficientes cuando el periodista ladrón –columnista de El Sol Siempre Libres—Rodrigo Aguilera Morales fue sorprendido robándose una camisa de marca.
Asimismo, varios de los negocios aledaños a la joyería tienen circuito cerrado de televisión, por lo que bien pueden checar la
hora antes y después del atraco para ver a posibles sospechosos y que los empleados indiquen si se trata o no de esas personas.
Lo que parece inverosímil, es que una joyería de clase como GAD & CO no tenga un equipo de seguridad con un circuito cerrado conectado a una terminal de computadora y de ahí a una central y que ahora vengan con que los asaltaron y los amagaron sin que nadie afuera se diera cuenta.
Y eso de que afuera está el café starbucks donde había por lo menos 15 clientes –muchos de ellos con laptops y cámaras web—sin que ninguno se percatara del hurto.
Pero eso no es todo, ya que este robo se cometió gracias a la negligencia de la seguridad privada, de la indolencia de algunos locatarios y la pendejez –y aquí sí disculpen el calificativo—de los encargados de la joyería y sus dueños, pero también gracias a que las cámaras de video vigilancia del Ayuntamiento que se supone controla la Policía Municipal no son utilizadas al cien por ciento para verificar hechos delictuosos y dar con los presuntos delincuentes.
No es la primera vez que suceden hechos delictivos y las Cámaras de Vigilancia resultan sólo de adorno al entorno urbano de la avenida Francisco Medina Ascencio, ya sea porque no se les saca el máximo provecho o porque sospechosamente los responsables de la seguridad del municipio prefieren ocultar las imágenes de robos y asesinatos.
En el camellón central de la avenida principal en su cruce con la avenida Prisciliano Sánchez, justo enfrente de la tienda Sams y de la
terminal Marítima, hay un enorme poste blanco con su camarita de seguridad en lo alto. Este equipo capta las imágenes de los 360 grados, por lo que debió grabar el momento en que los ladrones salieron de plaza Galerías, a dónde se dirigieron y qué vehículos tomaron o si siguieron a pie.
Si se fueron para el norte, en la siguiente esquina –frente a la zona naval—hay otra cámara. Si continuaron rumbo a la Aurora, ahí también hay otra cámara, por lo que si hay responsabilidad e investigación profesional, en cuestión de horas o días las autoridades están obligadas a rendir un informe sobre si estas cámaras grabaron a presuntos sospechosos.
La Policía Investigadora podría tener datos más importantes y esperemos que en esta ocasión el asalto –presuntamente millonario—no quede impune, so pena de ratificar que, en efecto, la vigilancia policiaca es un fracaso en Puerto Vallarta y la investigación de los agentes de la Procuraduría también.
INFORMACION CLASIFICADA
RESULTA ALTAMENTE SOSPECHOSO QUE LOS SUJETOS QUE SALIAN rápidamente del estacionamiento de Walmart con una pick up gris, vidrios polarizados y placas de San Luis Potosí –un estado bastión de Los Zetas—se hayan resistido por más de 20 minutos a salir del vehículo pese a que los tenían encañonados policías municipales y estatales.
Cuando vieron que llegaban unidades del ejército y la marina, bajaron con las manos en alto para identificarse como supuestos escoltas de un mando militar.
Nosotros nos preguntamos: ¿A estas personas no las van a investigar sólo porque presuntamente son “escoltas” de un mando militar? Si es así, qué digan a qué mando cuidaban, qué hacían en un sitio público como la zona de aparcamiento de la tienda comercial. Que la PI investigue si la camioneta no es robada o si las placas no eran sobrepuestas.
En las fotos de prensa se aprecia que la troca trae placas viejas, como si fueran sobrepuestas, por lo que no hay que dejar pasar ese detalle.
Aunque no hay que descartar tampoco que se trate de personal de Inteligencia de la Armada o del Ejército, y que por eso los dejaron ir.
EL ESPECTACULO Y EL DAÑO AL DESTINO… Precisamente la falta de coordinación de las policías municipales y los mandos del ejército y la marina, junto con la policía federal, provocaron que se brindara un espectáculo gratuito a cientos de turistas extranjeros que en ese momento se echaban el show desde primera fila en el crucero turístico que estaba atracado en el muelle, lo que seguramente va a provocar otro duro golpe a la imagen turística de Puerto Vallarta.
Y eso que apenas la semana pasada se había reunido aquí el secretario de seguridad pública del Estado, Luis Carlos Nájera Gutiérrez y el general y coronel que mandan en la 41 Zona Militar para trabajar unidos y coordinados.
El primer tropiezo ya se dio… ¿cuántos más faltan?
¿Quién les dijo que el ejército y la Armada también tienen que participar en el seguimiento de delitos del fuero común como los asaltos a joyerías?
¿Quién los llamó?
¿O fueron para defender a los “escoltas” sospechosos del robo?