Leticia Arana
México arrastra una historia de impunidad inaceptable, por el asesinato de 70 sacerdotes y religiosos, durante los últimos 30 años, entre los que destaca, el ocurrido contra el cardenal arzobispo de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo, acribillado un día como hoy, en el aeropuerto de Guadalajara, donde esperaba al nuncio apostólico, Gerónimo Prigione, que de acuerdo con versiones no comprobadas, fue asesinado, tras ser confundido con el líder del Cartel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán, afirma, Andrea Pineda Perea, Presidenta Nacional del Movimiento, Testimonio y Esperanza:
“…Hay muchos otros sacerdotes, religiosos y laicos que también han sido asesinados, hablemos de ataques directos, de golpizas e incluso de amenazas. El contexto, no solamente es en Guadalajara, hoy estamos aquí, por el aniversario del cardenal Posadas, pero también estamos aquí hablando por toda la República, que hay sacerdotes de Tijuana, en Chihuahua, en Michoacán, que han sido desaparecidos y han sido asesinados. En tres décadas damos cuenta de 70 homicidios, hay impunidad frente a las autoridades, y tristemente la verdad, si, y la misma impunidad, es porque tú lo buscas en Internet y lo que te dice es, seguimos en investigaciones, no sabemos cuál es la razón y únicamente las familias y la comunidad religiosa, sigue pidiendo justicia, y se hace caso omiso. Pedimos Justicia, pedimos que se haga un debido proceso y que claramente, se busque realmente, no nada más el tema del escenario del que se habla desde hace 30 años, sino que se dé el porqué, fue asesinado el Cardenal Posadas…”
Rechaza la inconsistencia de las deliberaciones judiciales sobre este crimen que no han sido coincidentes, pues a fin garantizar o cuidar ciertos intereses políticos, la verdad o causas genuinas que orillaron el artero crimen contra el citado cardenal, quien se trasladaba en un automóvil blanco , muy parecido al del referido capo, lo cual, presuntamente alentó el ataque, perpetrado por integrantes del cartel de Tijuana, comandado por los hermanos Arellano Félix, quienes disputaban el propósito del trasiego de droga hacia Estados Unidos. Otras versiones, afirmaron que el purpurado, fue víctima mortal del cruce de impactos entre dichos grupos rivales, uno más, que sufrió el ataque directo por razones inexplicables, bajo la hipótesis de haber mantenido comunicación o contacto con la madre de los citados sicarios.
Así mismo, exige se ponga freno a la creciente violencia contra presbíteros, iglesias y organizaciones civiles religiosas, a cargo de grupos del crimen organizado y radicales instruidos por el gobierno federal, en un claro intento de control, intolerancia y nulificar la libertad de credo, toda vez que desde los santuarios , se advierte y condena la polarización, causante de atentados como el del monseñor, Faustino Armendáriz Jiménez, arzobispo de Durango, atacado con un cuchillo, cuando oficiaba misa, y quien convalece de la herida, lo que no sucedió con el padre, Javier García Villafaña, de la arquidiócesis de Morelia, encontrado recientemente sin vida, en la carretera Capacho-Cuitzeo localidades de Michoacán.
Finaliza al decir que, durante actual gestión del presidente, Andrés Manuel López Obrador, se han asesinado a dos religiosos por año.