Leticia Arana
Tras enfatizar que la estrategia de “Abrazos no Balazos”, no tiene cabida en Jalisco, pues a la delincuencia organizada se le debe enfrentar para sofocarla y frenar su cadena de daños, el Gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, tras condenar y considerar cobarde, el asesinato, este pasado miércoles, de cuatro policías de El Salto, donde también murieron otras ocho personas, en un intento por liberar a víctimas, asegura vigilancia, ante eventual reacción de los agresores:
“… Evidentemente después de lo sucedido ayer, la necesidad de estar atentos a cualquier reacción que pueda haber, hemos reforzado ahí la comunicación en este Municipio, pero no hay una medida adicional que tenga que tomarse, simplemente, estar atentos ante la posibilidad de pueda haber alguna reacción en la medida que fue desmantelada una célula importante de la delincuencia organizada. Sobre la medida de abrazos, no balazos, el mensaje creo, es hoy claro, que, en Jalisco, no tenemos esa idea, a la delincuencia hay que enfrentarla, porque si no lo hacemos el país, va a perder el rumbo, creo que mensaje tiene que ser claro, no se puede tener concesiones con quienes nos quitan la paz y la tranquilidad, quien piense eso, creo que está equivocado. En Jalisco, no puede haber ningún tipo de tregua con quienes nos han quitado la paz y tranquilidad…”
Admite que, en muchos municipios de la Entidad, permea presencia de la delincuencia organizada, que urge debilitar o desaparecer, no obstante, al tratarse, de grupos ligados al trasiego y tráfico de drogas, así como su guerra por dominar espacios o plazas, corresponde al gobierno federal, el despliegue de operativos para lograr resultados en su propósito de combatir este flagelo. Reitera, por tanto, que no se decretará alerta o código rojo, para no generar especia alarma, pues se trata de no alterar o parar actividades, en referida localidad sáltense.
Por otra parte, garantiza apoyo económico y acompañamiento a las familias de los uniformados caídos, en el cumplimento del deber:
“…Vamos a dar todo el apoyo a las familias, y tiene que haber, por supuesto, un reconocimiento a los policías para despedirlos como se merecen…”
Elogia la capacidad de reacción que tuvo la corporación y en especial, el desempeño valeroso de los elementos que fueron abatidos y perdieron la vida, por tratar de rescatar a varias personas privadas de su libertad.