Leticia Arana
Toda vez que su prohibición resulta contraproducente, pues incentivará o detonará, la venta ilegal, informalidad, y el mercado negro de los cigarros electrónicos para fumar, también llamados, “vapeadores”, con consecuentes efectos para la formación de menores de edad y jóvenes, es necesario regular su distribución y comercialización, sostiene diputada emecista, promotora de esta iniciativa, Gabriela Cárdenas Rodríguez:
“…Hoy estamos viviendo una realidad muy clara, muchísimos de nuestros jóvenes están consumiendo vapeadores; el ayer el jefe de servicio fisiología pulmonar del Hospital Civil de Guadalajara Gerardo Rojas, nos dio un dato que es escalofriantes, y es que tenemos niñas y niños que empiezan a consumir estos productos desde los diez años, por eso es que tenemos que trabajar y hacerlo bien y rápido, para controlar esta situación que creo que todos aquí sabemos que prohibirlo, solo nos dará o traerá más problemas, por ejemplo, que buscarán conseguirlo de forma ilegal y así se van a abrir las puertas al mercado negro. Muchas y muchos jóvenes, están siendo totalmente ignorantes o desconocerán el daño y las repercusiones o consecuencias que tienen en su salud, estos aparatos electrónicos, y que seguirán teniendo acceso las y los jóvenes, niñas y niños adolescentes por los precios bajos que manejan por no estar regulados y además los comprarán en cualquier lugar y con cualquier persona…”
Menciona que esto viene a colación o toma relevancia, tras el reciente decreto del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que prohíbe en el país, venta y consumo de estos cigarros electrónicos o vapeadores, al argumentar que causan daño, lo cual, incluso, hizo que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios-Cofepris-, declarara, el pasado 19 de mayo, alerta máxima.
Sostiene que, para evitar el desborde o descontrol, y que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se oriente perversamente a los menores de edad, urge impulsar su regulación y distribución, es decir, se garanticen mínimos indispensables que no atenten contra la salud, así como lineamientos para su venta y uso, cuidando sobre todo, el bienestar e integridad de niñas, niños y adolescentes. Reitera también la necesidad de reforzar el combate a la informalidad, para que empresas los importen, paguen impuestos y generen empleos.