Mitt Romney ganaba terreno el lunes en el estado de Ohio, en la víspera de un “Supermartes” crucial en la carrera por la investidura republicana para la Casa Blanca, frente al conservador Rick Santorum, que libraba un fuerte combate en este estado emblemático.
En Ohio, un estado clave para las presidenciales de noviembre ubicado en el corazón de una región industrial en plena reconversión, los dos favoritos para ganar la primaria republicana están casi igualados.
Según un sondeo de la Universidad de Quinnipiac, el moderado Romney volvió a liderar las intenciones de voto en este estado del norte del país, con 34%, frente al 31% de Santorum. La misma encuesta coloca a los otros pretendientes a la candidatura muy por detrás: 15% Newt Gingrich y 12% Ron Paul.
Repitiendo lo que ya había logrado en Florida y en Michigan, el multimillonario Romney “recuperó, una semana antes de la primaria, el terreno perdido y en las 24 horas previas volvió a pasar al frente”, estimó Peter Brown, director adjunto del instituto de sondeos de Quinnipiac.
La semana pasada, Quinnipiac colocaba a Santorum primero en Ohio, con 10 puntos de ventaja sobre Romney.
Los republicanos votarán en 10 estados (Alaska, Georgia, Idaho, Massachusetts, Dakota del Norte, Ohio, Oklahoma, Tennessee, Vermont y Virginia) en este Supermartes en el que están en juego unos 437 delegados, sobre los 1.144 que necesita un precandidato para asegurarse la investidura del partido.
Los delegados representarán a su candidato en la convención nacional partidaria de agosto en Tampa (Florida), de la cual saldrá el rival del presidente demócrata Barack Obama en noviembre.
En Georgia y en Tennessee, bastiones conservadores del sur del país, el factor religioso juega un papel esencial.
El ultraconservador Newt Gingrich, ex presidente de la Cámara de representantes y ex diputado por Georgia, es dado como ganador en su estado, pero llega en tercer lugar en Tennessee (24,7%), detrás de Santorum (32,3%) y de Romney (29,7%), según una compilación de sondeos llevada a cabo por el sitio web RealClearPolitics. Una victoria de Gingrich en su feudo no tendría por tanto una importancia significativa.
A nivel nacional, Romney lleva la delantera, al haberse asegurado 173 delegados, contra 74 que votarán a Santorum, 37 a Paul y 33 a Gingrich, señala RealClearPolitics.
Según dijo a la AFP Andrea Gillespie, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Emory, el Supermartes “será muy disputado, y Ohio es una de las carreras más simbólicas”.
Ningún republicano ganó la elección presidencial sin ganar en Ohio y los resultados allí parecen ser definitorios.
La campaña de Romney aparece como bien organizada, y sobre todo como bien financiada. Gracias a una propaganda electoral inteligentemente repartida en los medios audiovisuales de los estados clave, Romney ha captado votos trascendentes.
Sin embargo, tiene grandes dificultades para sensibilizar al ala derecha de su partido, que lo encuentra demasiado moderado.
“La única razón por la que el gobernador Romney ha logrado una ventaja en los primeros estados (que votaron) es que gasta 5, 6, 7, 8, 9 veces más que los demás”, dijo Santorum.
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El establishment está detrás” de Romney, sugirió Santorum en un desesperado llamado a sus partidarios en Westerville, Ohio. “Necesitamos alguien que mantenga en alto pricipios, ideas”, señaló.
Consciente de la erosión sufrida por su candidatura, sobre todo en Ohio, Santorum apuesta a que algunos precandidatos se retiren y lo apoyen.
Durante una reunión pública en Canton, Ohio, Romney se presentó como el único postulante capaz de reactivar la economía. “Lo que necesitamos para derrotar a Obama es crear empleo y hacer retroceder al estatismo. Es lo que yo hago. Conozco la economía. Pasé en ella toda mi vida”, dijo.
El lunes, el ex hombre de negocios realizaba actos de campaña en Ohio, antes de retornar a su feudo de Boston el martes (Massachusetts, noreste), donde esperará los resultados de la votación. Santorum permanecerá en Ohio hasta la noche del martes.