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El fotoperiodista Edgar Daniel Esqueda fue asesinado en el norte de México luego de ser reportado como desaparecido, informó este viernes el gobierno federal, con lo que suman 11 los comunicadores ultimados en 2017 en este país.
El mecanismo para la protección de periodistas de Gobernación (Interior) “lamenta profundamente el asesinato del periodista de San Luis Potosí, Edgar Daniel Esqueda” y exige a las autoridades “realizar una investigación inmediata y eficaz para dar con los responsables”, informó en un comunicado.
Según un reporte de la ONG Reporteros Sin Fronteras, Esqueda, de 23 años, “fue secuestrado por hombres armados” el jueves y su cuerpo sin vida fue localizado este viernes en las cercanías del aeropuerto de San Luis Potosí, capital del estado homónimo.
RSF contactó a la esposa del fotoperiodista, quien denunció que estaban durmiendo cuando los desconocidos irrumpieron en su casa. “Dijeron que eran agentes ministeriales, tomaron a Edgar por el cuello y lo tiraron al suelo, mientras me apuntaban con un arma”, explicó a la ONG.
“RSF pide a la justicia que identifique lo antes posible a los responsables de este odioso crimen y que garanticen la seguridad de su familia”, señaló Emmanuel Colombié, director del Despacho América Latina de la organización.
Esqueda trabajaba para el diario Metrópoli San Luis y el sitio digital Vox Populi, en los que cubría la sección policíaca.
La delegación en México de PEN Internacional, una asociación mundial de escritores, hizo un “llamado urgente a las autoridades mexicanas para que cumplan sus promesas de proteger la libertad de expresión e información”.
Según esta asociación, además del caso Esqueda, el periodista mexicano Leonardo Curzio se vio obligado a dejar recientemente su emisión informativa al solicitársele despedir a dos de sus colaboradores, presuntamente por sus opiniones críticas sobre el Partido Revolucionario Institucional (PRI, oficialista).
– Acecho policial –
El mecanismo de protección a periodistas indicó que en julio pasado recibió de la Comisión de Derechos Humanos (defensoría) de San Luis Potosí una denuncia de “presuntas violaciones” de los derechos de Esqueda por parte de agentes de la policía ministerial (investigadora).
Según esta denuncia, el 4 de julio Esqueda captó imágenes de una balacera y después fue “abordado por cinco policías ministeriales, quienes lo amenazaron con quitarle la cámara, además de golpearlo, si continuaba tomando fotografías, obligándolo a borrar el material y correrlo del lugar”, señala el comunicado del organismo de protección de periodistas.
Y el 13 de julio, habría sido objeto de actos de intimidación, también por parte de agentes ministeriales.
El mecanismo de protección añade que consultó a Esqueda si quería incorporarse a un programa de protección pero él habría señalado que no tenía “ningún nuevo incidente” y que ya habría presentado una denuncia penal.
El gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, explicó en rueda de prensa que “hay varias líneas de investigación” del crimen y entre ellas la posible participación de “funcionarios públicos”, en este caso policías.
Tras conocerse la muerte de Esqueda, unos 20 comunicadores realizaron una protesta ante la sede del gobierno local con carteles en los que reclamaban castigo a los responsables y reprocharon al gobierno la falta de garantías para ejercer el periodismo.
“No podemos tolerar, no debe seguir esta circunstancia de impunidad, de donde hay autoridades que pueden estar coludidas (con criminales) y que puedan saber que es lo que está pasando y no se esté haciendo nada”, dijo a la prensa durante la protestas Leopoldo Pacheco, periodista de Plano Informativo.
Organizaciones defensoras de la libertad de expresión registran 11 comunicadores asesinados en 2017, aunque difieren si en todos los casos el posible móvil estuvo ligado a su trabajo.
México es considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo con más de un centenar de comunicadores asesinados desde 2000. Más de 90% de estos crímenes siguen impunes.
