Mucho antes de la llegada de los españoles a estas tierras, los pueblos marinos de Bahía de Banderas eran excelentes buceadores que extraían del fondo del mar caracoles y conchas marinas, las cuales comerciaban con otros puntos del continente, desde el Perú hasta Baja California.
De acuerdo con información del arqueólogo José Beltrán, los indígenas además de recolectar conchas y moluscos de esteros y zonas rocosas cuando estaba baja la marea, como el preciado caracol de tinte, también practicaban el buceo a profundidades de hasta 30 y 35 metros, de donde extraían caracoles como el Spondylus Pinctada que era un alimento deliciosos para los indígenas y el Murex, además de pulpos, langostas, cangrejos, erizos y otros mariscos. Además de una barreta o cuchillo para separar los moluscos de la roca, el buzo también debió emplear una red para asegurar la pesca. Sin embargo, un descubrimiento de gran importancia fueron unas pesas de piedra para el buceo de gran profundidad, encontradas en Punta de Mita.
Los indígenas del Ecuador, del Perú y Colombia eran grandes navegantes, también los indios banderas surcaron los mares hasta el sur del continente y hasta el norte hasta las Californias. Son muchas las referencias que hay sobre los indígenas que fueron vistos por los españoles navegando en balsas por la costa, desde Cristóbal Colón, Hernán Cortés y otros como el piloto español, Bartolomé Ruiz.
Documentos españoles posteriores a la conquista hacen referencia al “puerto de Valle de Banderas”, entre los que están una “merced de tierras” a favor de la Monjas Beatas de Jesús de Nazareno, que eran dueñas de casi todas las tierras del valle de lo que hoy es Bahía de Banderas.
En 1673 la reina de España envía una carta a Fray Payo de Rivera, Arzobispo de México sobre un asunto en el que se propone dar entrada a la Nao de China por el Puerto de Banderas, en lugar de Acapulco, por la inseguridad que representaban los piratas ingleses: “La Audiencia de Guadalajara de la Provincia de la Nueva Galicia, en carta veinte de junio de 1673, refiere los inconvenientes que se experimenta de que la Nao de China venga al puerto de Acapulco, y dice sería a propósito el que se fortificase el puerto de Banderas, y a él viniesen dichas naos por ser la total defensa de aquellas provincias y bien de sus habitadores, por las causas y razones que representa en el capítulo de la carta citada y cuya copia os remite el secretario infraescrito. Y habiéndose visto en la Junta de Guerra de Indias, ha parecido ordenaros y mandaros (como lo hago), me informéis sobre las conveniencias o inconvenientes de mudar al puerto de Banderas la entrada de las Naos de Filipinas y fortificarle como lo propone la Audiencia, para que con vista de ello se tome la resolución que convenga”.
Para 1880, llegaron al Puerto de Valle de Banderas algunos buzos norteamericanos y japoneses para explotar los bancos de perlas. Luego a inicios del siglo XX, se empezó a utilizar el nombre de Bucerías para hacer referencia al puerto, derivado de los buzos que trabajaban en la región y que zarpaban del puerto para ir a extraer las perlas.
Hoy Bucerías, este pueblo de Bahía de Banderas, enclavado a la orilla del mar, es uno de los más visitados por los turistas. Con su plaza y su iglesia, la comunidad está dedicada al turismo. Tiene infinidad de restaurantes a la orilla del mar, así como, en la zona dorada, además de una zona tradicional de artesanías que es muy concurrida por los turistas, donde se pueden encontrar textiles, huaraches, tallados en madera e incluso cerámica de Talavera.