Leticia Arana
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Guadalajara, Jalisco
Toda vez que la llamada “ Ley UBER”, y reformas operativas para taxis tradicionales incluidas en la normativa de Movilidad, aprobadas por los diputados el viernes pasado, deben revisarse detenidamente y analizar posibles puntos discordantes, su eventual veto a cargo del Ejecutivo Estatal, Aristóteles Sandoval, tampoco está descartado, sostiene el secretario general de gobierno, Roberto López Lara.
Precisar que la propuesta del mandatario jalisciense, busca la regulación de unos y el ordenamiento de un esquema que beneficie realmente a los ruleteros, sobre todo aquellos que comprueben antigüedad como tales:
“…Bueno hay punto de vista diferentes, pero hay que irlos cuidando y acoplando, también puede haber algunas reglas de operación donde pudiéramos trabajar en conjunto para que esto tampoco no se desborde, sino que sea una Ley acorde y en beneficio de todos los jaliscienses; estamos trabajándola, el viernes salió ya en la tarde, equipo de la asesoría jurídica la está analizando y bueno si tenemos que hacer algún tipo de modificación, pues en una concordancia con el Congreso del Estado …”
Menciona que una vez que el legislativo notifique oficialmente la aprobación a la referida Ley, el gobernador, en un plazo no mayor a ocho días, deberá presentar sus observaciones, o veto aunque sea parcial, y en caso contrario, poder publicarla en el diario oficial.
Cuestionado por esta reportera, sobre la postura ante el polémico esquema de libre determinación para el cobro por servicio UBER, City Drive y otras, ya sea mediante tarjeta electrónica o bien en efectivo, responde que habrán de analizarlo también, para no generar indefiniciones, considerando la existencia de aplicaciones:
“…Es un tema de oferta y demanda, pero también hay otra empresa que dice a mi conviene que sea en efectivo y hay otra empresa que dice , yo mis plataformas, son en automático, nadie maneja efectivo, sino pago electrónico …”
Respecto al asunto de las mil concesiones que propone otorgar el gobernador, y que diputados votaron sean entregadas directamente a choferes con diez años de antigüedad, enfatiza que para evitar que las centrales obreras “metan mano” o influyan en tal esquema, pedirán al ITEI, vigile y certifique el proceso, a fin de que los permisos lleguen realmente a taxistas que nunca han tenido este beneficio o derecho bien ganado.