Leticia Arana
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Guadalajara, Jalisco
Aunque el Estero El Salado, considerado como el pulmón ambiental de Puerto Vallarta, ha sido objeto de un dirigido trabajo de supervisión, a cargo de un equipo técnico que tutela Fideicomiso local, para garantizar su biodiversidad, este no ha sido suficiente, toda vez que se siguen violentando normas, lo que ha llevado a un aligeramiento en los esquemas de vigilancia y la imprudencia del ciudadano, al invadir su polígono restringido, con el consecuente riesgo de ser atacado por cocodrilos, sostiene, el Director de áreas de Conservación y Biodiversidad de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Antonio Ordorica Hermosillo:
“..Definitivamente hace falta trabajar más en el tema de la comunicación, advertencias, supervisión, la gente luego se confía y cree que es un animal que no hace mucho, que no se mueve, pero ahí está el riesgo, insisto, se tiene que trabajar más en esa parte, por otro lado se tendría que trabajar en hacer recorridos de vigilancia, para evitar que no estén rotas las mallas, etc…”
Precisa que aunque se reconoce la labor vinculada realizada por investigadores de la UdeG, con el municipio, respecto a la conservación de los manglares y evitar su tala clandestina, todavía se lucha para combatir a los detractores.
Por otro lado, refiere que hasta ahora no se han presentado manifestaciones de impacto ambiental, relacionadas a eventuales proyectos comerciales o inmobiliarios, cercanos a dicho entorno.