Contextos

El diputado local Ramón Guerrero Martínez trae nerviosos, confundidos y preocupados a sus seguidores. Ya cumplió un mes que abandonó el municipio para dedicarse de tiempo completo y exclusivamente al interior del distrito. La interpretación mas socorrida a su ausencia es que ya desistió de su interés por la alcaldía y algunos de sus simpatizantes piensan saltar a otro barco.

El tema del “mochilas”, su nombre y sus aspiraciones políticas es algo que mucho interesa, no solo a los panistas, sino a la clase política vallartense. Les llama la atención que un político venido de un municipio cuya población es menor inclusive a la de Ixtapa, aspira a gobernar Puerto Vallarta.

Ramón Guerrero instaló su residencia con intenciones de hacer carrera política en el destino.

Dicen sus promotores que tiene ya una credencial de elector para votar en una casilla al sur de la ciudad. Llegó con sobrados recursos y ha logrado posicionarse en el ánimo de la ciudadanía. Es ahora mismo uno de los políticos mas conocidos, a la par que otros muchos con años de trayectoria política. Sus seguidores nos afirman que es él y ningún otro panista el que preocupa a los priistas.

A principios de septiembre, justo cuando cerraba una fase de posicionamiento de imagen, los priistas lograron documentar la entrega de material diverso en un acto celebrado en la unidad deportiva La Lija. A decir de los priistas hubo desviación de recursos públicos pues asistieron al evento varios funcionarios, al menos un funcionario del gobierno del estado. Esta por verse si hubo desvío de recursos pero la acusación también incluyó la de un acto de campaña anticipado.

Después de aquel evento, sobre todo a raíz de la denuncia interpuesta por el presidente estatal del PRI, Rafael González Pimienta, padre del alcalde Salvador González Reséndiz, “el mochilas” desapareció de la escena política local. Sus amigos nos dicen que así se concibió en la estrategia y que era conveniente descansar a los ciudadanos para no saturar la imagen del legislador.

Pues bien, lo que están viendo los panistas es que Ramón Guerrero anda por los municipios que conforman el distrito electoral. Entre la militancia mucho se comenta que ya abandonó su idea de buscar la postulación a la alcaldía y son los primeros mensajes de que definitivamente buscará la diputación federal. Esa candidatura le va bien y es la que mejor le queda. Tiene fama de tener todo el control de los comités municipales del partido. Dicen que tiene muchos seguidores entre el panismo y no panismo de los municipios serranos. Eso sí, tenemos que decirlo que sus detractores hablan de no haber sido un buen alcalde de Ayutla como lo presume el alcalde. Si hubiera sido buen alcalde no hubiera perdido el PAN cuando él era alcalde. Además, dejó endeudado al municipio.

Habría que preguntarle a panistas que se declaran mochilistas si es cierto lo que algunos panistas nos han afirmado. Ese vacío provocó dudas y confusiones. Quizá por mucho repetir la versión pero hay quienes se creen la historia de que ya no quiere buscar la alcaldía de Puerto Vallarta. Esos panistas quieren dar un salto a otros aspirantes o al menos eso han comentado algunos panistas que se le han acercado al profe Luis Alberto Michel Rodríguez en las últimas semanas.

Versiones de esos panistas que traen planes de abandonar el barco del “mochilas” han hablado de que al diputado le quieran dar vida artificial y hasta lo presionan para no abandonar el proyecto de la alcaldía. Entre esos aferrados a que “te toca mochilas” nos mencionaron al regidor Ignacio Guzmán García. Para ello, también hay una explicación. Nacho Guzmán tiene aspiraciones de ir por la diputación local, lo cual no podrá suceder si Ramón Guerrero busca esa candidatura.

Sin embargo, la posibilidad real es que al final, exista la conclusión de que Ramón Guerrero no tiene condiciones de ganar una elección constitucional en Puerto Vallarta.

Ignoramos si exista algún estudio sobre preferencias reales en donde se indique que los vallartenses no tienen deseos de votar por “el mochilas” y de que no tiene posibilidades de levantar y dar competencia. Sin embargo, entre un grupo de panistas creen que el vallartense de cepa no tiene intenciones de votar por un político medianamente conocido y del que poco o nada se sabe de su experiencia como gobernante.

Por si fuera poco, hay panistas que ven a Ramón Guerrero como un auténtico becerro de oro. No lo dejan ver hacia otros horizontes y están aferrados a que continúe el proyecto porque lo han visto como una minita de oro, con dinero y recursos para todos.

Parece ser que lo último no es mentira. En Ixtapa se comenta entre conocidos de la ex presidente local del PAN, Candelaria Villanueva, que su trabajo en pro del “mochilas” obedece a una jugosa paga mensual. Es mas, nos juran que el diputado le paga 30 mil pesos al mes. Además, tiene la promesa de hacerla regidora. También la ha conseguido trabajo a familiares, amigos y recomendados. Según otras versiones, a otros promotores, como a Guillermo Salcedo, le pagan mensualmente un salario.

No nos dieron nombres pero que algunos hombres de dinero, padrinos políticos del “mochilas”, ejercen una terrible presión para que no desista ni abandone el proyecto. En la misma posición hay regidores y funcionarios públicos, todos con aspirantes de continuar viviendo del erario público. En la estructura de precampaña del “mochilas” hay familias dispuestos a seguir beneficiándose. Son los mismos que a las primeras se apuntan con pactos y acuerdos de perpetuarse en nóminas o en cargos de

elección popular. Un decepcionado del “mochilas” los contaba que en su cuerpo de guerra hay arribistas, oportunistas y trapecistas que construyen obstáculos a otros con tal de seguir manipulando y controlando al diputado. Si es cierto lo anterior, que es cosa grave, pues no queda mas que comparar el equipo que en su momento rodeó a Nacho Guzmán hasta convertirlo literalmente en un rehén. Los del cuarto de guerra de Nacho estaban como perros y gatos y mucho dañaron la campaña a electoral.

Revolcadero

Como para convencernos de que algo hay de cierto en la versión de la reculada del “mochilas, nos comentan que ya hasta existe una propuesta de candidato sustituto. Es parte de esa incertidumbre pero que mas de uno espera esa noticia, la de la declinación de Ramón Guerrero. Les preocupa el rumbo que tome la denuncia de la desviación de recursos. Que por cierto, la repartición del cemento tiene a muchos panistas molestos porque se benefició a personas que realmente no necesitaban ese apoyo y que por si fuera poco, se regaló material

a familias de panistas reconocidos. Es decir, se pudo beneficiar a familias en altas condiciones de vulnerabilidad pero se colaron apoyos a familias de clase media y hasta de clase media alta. Pero bueno, que la intención real no fue la de ayudar a familias pobres, sino la de ampliar un padrón de ciudadanos con credencial de elector al que mañana se le pudiera situar en la lista de prospectos a ser “mochilistas” y fortalecer su precandidatura. ***** Por cierto, otro comentario que circula entre la militancia de Acción Nacional es que tiene ya preparados a un grupo de amigos de Ayutla para venirse a Puerto Vallarta. Que igual pueden venir a darle otro empujón a su precandidatura pero la preocupación es que vengan a ocupar espacios y desplazar a los panistas vallartenses, sea en su equipo de campaña o ya después, en caso de ganar la presidencia municipal, a ocupar los principales cargos de gobierno. Es mas, que hay mas gente que de Guadalajara se trasladará a Puerto Vallarta con idénticos planes. ***** Ayer tocamos el tema de las elecciones para consejeros nacionales, estatales y congresistas del PRD. Un amigo navegó por la página oficial del PRD Jalisco y nos informó haber hallado que en el calendario de ese partido para el domingo 23 indicaba que para ese día “no hay

eventos”. Como que hubo intenciones aviesas de desanimar a los perredistas ir a votar. Eso si, el partido presumió que acudió a votar uno de cada tres militantes.