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Carolina Gómez Aguiñaga
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Puerto Vallarta, Jalisco
La regidora Susana Mendoza Carreño denunció ante el pleno del ayuntamiento que el Director del Instituto Vallartense de la Cultura, Sergio Zepeda, pretendía cobrar facturas ficticias por un monto de 30 mil pesos por la hechura de un mueble y la renta de un piano que nunca se concretaron.
La edil relató que a través de las redes sociales se percató que empleados del Departamento de Cultura estaban comentado sobre la desaparición de un piano de cola, por lo que se dio a la tarea de encontrarlo.
Para ello, comentó que Sergio Zepeda había presentado un documento donde venían tres facturas para el pago del arreglo de un piano vertical, la elaboración de un mueble y la renta de un piano.
“Me di a la tarea de ubicar el piano y ya estaba en Nuevo Vallarta en la casa de un señor de nombre Ramón. Contacté con el técnico y me dijo que le debían la compostura del piano. Fui con el tesorero y lleve al señor y le dije quiero que me muestre el piano dónde está, quiero ver el mueble y quiero ver para que se rentó este piano. El señor me dijo señora el piano lo arreglé, el mueble nunca lo hice, ni tampoco la renta del otro piano, o sea, se querían cobrar dos facturas por un monto en su conjunto de 30 mil pesos”.
Mendoza Carreño recalcó que le dijo al Tesorero Municipal que no se podía perder un piano de cola con valor de más de 90 mil pesos por una factura pendiente de 12 mil pesos.
“El funcionario pretendía cobrar la factura de un mueble que nunca se hizo y de la renta de un piano que nunca se elaboró”, aseguró la regidora.
No es la primera vez que se cuestiona el trabajo que el titular del Instituto Vallartense de la Cultura hace en dicho lugar, en donde se han dado a conocer casos de prepotencia y también sobre el manejo dudoso de los recursos que ahí se manejan.
El alcalde Ramón Guerrero Martínez minimizó el caso y sólo pidió a los ediles interponer una denuncia ante la Fiscalía General de Jalisco, a pesar que como presidente municipal debe ordenar investigara través de la Contraloría Municipal cualquier acusación sobre desvíos de recursos públicos.
El tema salió a la luz en sesión de ayuntamiento cuando se propuso al pleno el votar un punto de acuerdo del regidor Luis Munguía, para dar de baja 736 bienes muebles del municipio, los cuales, supuestamente, ya no funcionan.
Para ello, Susana Mendoza Carreño comentó a sus compañeros que se estaban vendiendo artículos propiedad del ayuntamiento como chatarra, sin su autorización, “se están vendiendolámparas fierro del anterior Taller Municipal a 16 pesos el kilo, acudí al lugar para ver la cantidad de lámparas que se vendieron, incluso bases de faroles”.
Obtuvo la misma respuesta del presidente municipal, “ningún bien mueble puede ser vendido sin autorización y si la regidora tiene pruebas la invito a que denuncie para que proceda la autoridad correspondiente”.
Por su parte, Humberto Gómez Arévalo aseguró que personal del Departamento de Obras Públicas desmanteló una máquina tipo “pata de cabra” y vendieron las piezas que aún estaban en buenas condiciones como chatarra, “no sé qué estaba haciendo en una criba de Silvino en Nuevo Vallarta y al parecer le quitaron las piezas y se las pusieron a su máquina y hoy viene a la venta como chatarra”.
