Leticia Arana
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Guadalajara, Jalisco
Después de inaugurar, este miércoles primero de octubre, la primer sala de juicios orales en Zapotlan el Grande, antes Ciudad Guzmán, Jalisco, el gobernador, Aristóteles Sandoval, anuncia que con ello la entidad, abandona un rezago de 20 años en la materia, que lo hace ocupar ahora el quinto lugar nacional sobre la implementación del nuevo Código de Procedimiento Penales, un propósito logrado, considerando que al iniciar la actual administración, el estado ostentaba lamentablemente, el último sitio:
“…Jalisco decidió superar el rezago de varios años y trabajar intensamente para agilizar la puesta en marcha del nuevo sistema de justicia penal y hoy nos encontramos ya orgullosamente dentro de los primeros cinco estados con más avance de toda la República, hay un gran reto por delante para hacer posible que el sistema de justicia adversarial, esté presente en todo el Estado …”
Así mismo garantiza que la oralidad judicial acabará con la impunidad, ya que ahora las sesiones serán públicas y documentadas:
“..Todo se llevará a cabo en una forma transparente ante la presencia del imputado, de la víctima, de los agresores y sobre todo, de sus presuntos victimarios, de asesores legales y de medios de comunicación..”
Por su parte, el consejero de la Judicatura, Alfonso Partida Caballero, sentencia que la justicia oral jalisciense, a pesar de que inicia con deficiencias tanto técnicas como de capacitación, evitará la corrupción y el manipuleo de los testimonios, e incluso, que pueda ser obtenida determinada declaración, mediante una especie de presión o tortura, en lo oscuro de un cuarto:
“..Las declaraciones de los testigos, por ejemplo las declaraciones de los ofendidos o las declaraciones del propio indiciado no podrán ser sacadas con violencia, no pueden ser en lo obscuro de una instalación, lo que tiene que ver en presencia del abogado, sobre todo se tiene que hacer lo correspondiente a la video filmación, para que en un momento dado pueda determinar bien quien está actuando mal.”