Leticia Arana
leticiaarana@prensaglobal.com
Prensaglobal.com
Guadalajara, Jalisco
Tras la publicación de un artículo en la revista Proceso, cuyo contenido habla de la fabricación de señalamientos a cargo del gobernador, Aristóteles Sandoval Díaz, respaldado por el PRI contra Movimiento Ciudadano, su líder moral Enrique Alfaro y resto de correligionarios, entre estos el alcalde de Tlajomulco, Ismael del Toro, a los que eventualmente sentarían en “el banquillo de los acusados” por premeditada y presunta contaminación de aguas municipales, el partido anaranjado, rompe toda relación institucional con el Ejecutivo, anuncia su dirigente estatal, Hugo Luna:
“…Rompemos con él, porque en lugar de actuar como el gobernador de más de siete millones de jaliscienses, decidió ser dirigente del PRI en Jalisco; rompemos con él, porque en lugar de encabezar un gobierno al servicio de los ciudadanos, decide utilizar los recursos del estado para boicotear y golpear a otros gobiernos constitucionales de Jalisco…”
El líder en Jalisco de los anaranjados, quien se hizo acompañar también del diputado, Clemente Castañeda, quien es el actual presidente de la mesa directiva del Congreso, y otros activos del partido, como los regidores Salvador Caro y Germán Ralis, sentencia que ha quedado clara la intención del mandatario estatal, para desestabilizar a sus gobiernos, aprovechándose de las instituciones y el dinero del erario, por encima de la voluntad de la mayoría. En el semanario Proceso, agrega, está documentada la existencia de una mesa de estrategia denominada “ cuarto de guerra” para golpear políticamente a los adversarios.
Trascendió que en este espacio participan secretarios, subsecretarios, diputados del PRI, regidores, asesores vinculados al grupo Universidad. La versión apunta a la adhesión incluso de panistas, perredistas, verde-ecologistas, académicos del ITESO y organizaciones no gubernamentales.