Agencias.-
Investigadores de la Universidad de Perth encontraron pequeñas partículas de oro en árboles de eucalipto. Tras el asombro inicial, los científicos dieron con la causa: ese bosque se erigía sobre un yacimiento subterráneo de oro y los árboles funcionaban como bombas hidráulicas que lo extraían.
La causa científica sería que, en su búsqueda de humedad en tiempos de sequía, las raíces se entierran muy profundamente hasta ponerse en contacto con el oro alojado 30 metros bajo tierra. Entonces, al absorber el agua y llevarla hasta la superficie, traen con ella los restos del mineral.
“No esperábamos encontrarnos con esto para nada. Ver realmente las partículas de oro en las hojas fue como un momento ‘eureka’ para nosotros”, cuenta Melvyn Lintern, geoquímico del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO).
“Como el oro es generalmente tóxico para las plantas, llega rápidamente a las hojas, donde puede ser expulsado hacia el suelo”, agrega.
Si bien la cantidad de oro extraída cada 500 árboles apenas alcanza para realizar un anillo, el hallazgo es muy importante porque permitiría descubrir yacimientos subterráneos en lugares insospechados.
“Al analizar la vegetación en busca de restos minerales, podríamos tener una idea de lo que ocurre debajo de la superficie sin la necesidad de perforar. Es un modo de exploración que reduce los costos y el impacto ambiental”, explica Lintern.
El oro se vuelve un material cada vez más preciado, en tanto aumenta su escasez. En los últimos diez años, la extracción cayó un 45% por el agotamiento de los yacimientos existentes, lo que disparó el precio en un 482 por ciento.
Según la US Geological Survey, las reservas mundiales de oro no superan las 51 mil toneladas.