Los ladridos de Kesha, una perra de porte mediano, permitieron hallar a una bebé brasileña que fue escondida en un tanque de agua por unos ladrones que querían evitar que su llanto los delatara, informó el portal de noticias G1.
Según contó la madre de la niña de un año, dos hombres la asaltaron en la puerta de su casa en Cuiabá (centro-oeste) y la obligaron a entrar. Su hija, a la que llevaba en brazos, comenzó a llorar, desesperando a los malhechores.
“Uno de los ladrones me la arrancó de las manos y la llevó afuera del cuarto donde me tenían. El otro no me dejó salir”, explicó la mujer al portal G1.
Tras rebuscar los armarios y no encontrar dinero, los delincuentes huyeron y se llevaron a la niña. En su camino, la colocaron dentro de un tanque de agua cercano a la casa.
Cuando la madre salió, vio a los asaltantes a lo lejos pero ya no escuchaba el llanto de la niña. Sólo encontró a Kesha, la mascota.
“La perra estaba desesperada y ladraba mucho. Corría hacia el tanque, lo arañaba y corría nuevamente de regreso donde mi hija”, contó la abuela de la bebé.
Ello permitió a la mujer sacar rápidamente a la niña del tanque, antes de que se ahogara, y la puso a salvo. La policía calificó el hecho como tentativa de homicidio, y persigue a los autores.
En junio, un niño boliviano de 5 años murió asesinado con un tiro en la cabeza, delante de sus padres, durante un asalto en una zona popular de Sao Paulo, porque lloraba de miedo.