EFE.-
El gas lacrimógeno usado hoy por la policía para contener una manifestación se podía sentir en las gradas del estadio Maracaná de Río de Janeiro al comienzo de la final de la Copa Confederaciones, que juegan Brasil y España.
Los policías se enfrentaron a los manifestantes a menos de un kilómetro del estadio, en la confluencia de las avenidas Francisco Xavier y Maracaná, según constató Efe.
La confrontación ocurrió después de que un grupo de manifestantes lanzara objetos contra el cordón policial, que respondió lanzando las bombas de gas lacrimógeno.
La marcha, de más de mil personas, según información preliminar de la policía, salió de la Plaza Saens Peña, en el barrio de Tijuca, a unos dos kilómetros del estadio, hacia el Maracaná, con carteles a favor de la educación y en contra de la corrupción y la concesión del estadio a la gestión de empresas privadas, entre otras quejas.