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México, un refugio para delincuentes internacionales en busca de nueva vida

domingo, 23 de junio del 2013

EFE.-

Lejos de ser un estereotipo cinematográfico, la imagen del delincuente que se fuga a México para empezar una nueva vida y huir de la justicia se acerca bastante a la realidad, según expertos en seguridad que ven al país como un lugar perfecto para esconderse.

La policía mexicana arrestó esta semana en la turística localidad de Playa del Carmen al estadounidense Walter Lee Williams, acusado de explotación sexual de menores, justo un día después de que fuera incluido en la lista de los diez delincuentes más buscados del FBI.

“Las detenciones son la punta del iceberg y ocurren cuando nos llaman la atención desde fuera. Solamente así nuestras autoridades se ponen a trabajar”, dijo a Efe el experto en seguridad nacional Erubiel Tirado.

Williams estaba en una cafetería del balneario mexicano cuando fue sorprendido por agentes de seguridad.

“Están en sitios muy visibles, como jeques”, y solo son molestados cuando aparecen en listas internacionales como la del FBI, la Europol, la Interpol o alguna policía local que por sus propias investigaciones cree que el delincuente está en este país, comentó Tirado.

“Eso nos habla de las debilidades del Estado mexicano en los tres niveles de Gobierno, porque si hay algo en este país que nos caracteriza es la impunidad, pues la justicia se compra y se vende al mejor postor”, agregó el coordinador del programa de seguridad nacional de la Universidad Iberoamericana.

Así, delincuentes como el estadounidense Joe Luis Sáenz, también uno de los más buscados por el FBI por delitos como homicidio, pudo refugiarse en Guadalajara (Jalisco) hasta que fue detenido en noviembre de 2012.

También está el caso de Otis Vernell Holland, acusado de abusar de trece menores de edad, quien eligió la ciudad fronteriza de Tijuana para esconderse, hasta que fue detenido en enero de 2012.

El neonazi David Joseph Dorsey, quien descuartizó a su novia, escogió como refugio en el paradisiaco municipio de Playas de Rosarito, donde estuvo varios meses hasta que en octubre de 2012 fue atrapado tras ser reclamado por el FBI.

“Hay dos factores por los que los delincuentes eligen México: primero, la posición geoestratégica. Es un lugar importante para el trasiego y paso de mercancías ilícitas hacia mercados importantes como Estados Unidos” y, segundo, “las debilidades institucionales del Estado”, agregó.

En noviembre de 2011 las autoridades mexicanas frustraron un plan de Saadi Gadafi, uno de los hijos del exlíder libio Muamar el Gadafi y acusado de ser el instigador del asesinato de un futbolista, para establecerse con una identidad falsa en el país.

Con el apoyo de una red criminal internacional, estaba previsto sacar a Gadafi y a su familia de Níger, donde estaba exiliado, para llevarlo a la turística costa de Nayarit, en el Pacífico mexicano. donde ya tenían lista una vivienda en Bahía de Banderas.

“Estos delincuentes que vienen a pasar desapercibidos en México cuentan con estudios de todas estas situaciones. Uno de los principales factores es que la impunidad y la corrupción hacen que ni siquiera sean investigados”, dijo a Efe René Jiménez Ornelas, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los fugados pueden llegar en avión, o pasar por la frontera sur o por el mar, ya sea “con papeles falsos” o “dando dinero”, sobornando a las autoridades y conseguir después una nueva identidad para estar “relativamente en norma”, explicó el investigador.

“México es uno de los países donde un extranjero puede encontrar las formas para poder burlar la justicia, a menos de que ya haya decisiones muy específicas de Interpol u otros organismos internacionales. Es ahí cuando se les complica”, indicó.

En opinión del experto, en México la corrupción “vulnera la mayor parte de las áreas que tienen que ver con la justicia y con aspectos de investigación” y por ello cuando una persona tiene recursos y comete un delito, generalmente no pisa la cárcel.

“Hay jueces y ministerios públicos que están dentro de toda la estructura corrupta, además de los cuerpos policiacos, y por eso los delincuentes prefieren venirse a proteger en muchos casos a México”, aseguró.

Para Tirado, otro de los problemas es que hay un déficit en la coordinación a nivel internacional entre México y otras policías, lo que genera un “espacio de oportunidad para ocultarse”.

“Los Gobiernos son muy proclives al control de la población a través de mecanismos muy sofisticados de identificación, la gente que no haces nada es la más vigilada y aquellos que están en la ilegalidad se van por la puerta de atrás”, sentenció.

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