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Un príncipe saudí demanda a Forbes por decir que sólo tiene 15.000 millones

viernes, 7 de junio del 2013

El multimillonario príncipe saudí Alwaleed bin Talal ha demandado a la revista Forbes ante un tribunal británico por libelo, alegando que su riqueza de 20.000 millones de dólares (unos 15.000 millones de euros) se subestimó en unos 9.600 millones, según informó el viernes el periódico británico Guardian.

El príncipe, nieto del fundador de Arabia Saudí y sobrino del rey Abdulá, había atacado la clasificación de la revista estadounidense de los principales multimillonarios del mundo calificándola como imperfecta y tendenciosa contra los negocios de Oriente Próximo después de que quedara clasificado en el número 26 en la lista de este año.

Un responsable del Tribunal Supremo de Londres confirmó que el príncipe Alwaleed había presentado una demanda por difamación contra Forbes, su editor Randall Lane y dos de sus periodistas el 30 de abril. Los detalles de la demanda no estuvieron disponibles de manera inmediata.

A través de su Kingdom Holding Company, el príncipe Alwaleed posee grandes participaciones en Citigroup, News Corp y Apple, entre otras empresas. También es propietario o copropietario de hoteles de lujo entre los que se incluyen los Plaza en Nueva York, los Savoy en Londres y los George V en París.

La lista de Forbes de Multimillonarios del Mundo de este año se publicó el 4 de marzo y al día siguiente, Kingdom Holding dijo que el proceso de valoración utilizó “datos incorrectos” y “parecía diseñado para perjudicar a los inversores e instituciones de Oriente Próximo”.

La discusión pública atrajo muchos comentarios, pero Forbes mantuvo su estimación sobre la riqueza del príncipe Alwaleed y publicó un artículo en profundidad el 25 de marzo titulado “El príncipe Alwaleed y el curioso caso de las acciones de Kingdom Holding”.

El artículo aportó detalles sobre cómo Forbes había llegado a la cifra de 20.000 millones y criticó lo que describió como una falta de transparencia de Kingdom Holding a la hora de especificar sus activos.

El artículo también describió el palacio de mármol con 420 habitaciones que el príncipe Alwaleed tiene en Riad, su Boeing 747 equipado con un trono y su complejo de más de 400.000 metros cuadrados al lado de la capital saudí con cinco casas, cinco lagos artificiales y un mini-Grand Canyon.

El funcionario del Tribunal Supremo en Londres dijo que los dos periodistas citados en la demanda por difamación eran Kerry Dolan, autor del artículo, y Francine McKenna, citada por aportar información adicional.

Aún no se ha establecido una fecha para la audiencia judicial del caso, que se encuentra en las primeras fases, dijo el funcionario.
La firma de abogados Kobre & Kim, que el periódico Guardian dijo que estaba actuando para el príncipe Alwaleed en la demanda, no quiso hacer comentarios. Forbes, con sede en Nueva York, no pudo ser contactada de manera inmediata para realizar comentarios.

El artículo del Guardian citó a la revista diciendo: “Estamos muy sorprendidos por las reclamaciones del príncipe Alwaleed y su decisión de demandar a Forbes, especialmente si ha hecho eso en Reino Unido, una jurisdicción que no tiene nada que ver con nuestra reciente historia que despertó dudas sobre sus reclamaciones y su riqueza”.

El abogado Jonathan Coad, de la firma londinense Lewis Silkin, dijo que Londres era visto como un lugar más atractivo que Nueva York para realizar demandas por difamación porque la ley de libelo en Estados Unidos tenía mayores exigencias para los demandantes.

“En Estados Unidos, el demandante tiene primero que demostrar que el artículo fue falso y después que el editor sabía que el artículo era falso, lo que denominamos malicia. Estos son dos obstáculos que una acción de libelo en Reino Unido no presenta”, dijo Coad, quien no está involucrado en el caso del príncipe Alwaleed.

Bajo la ley de libelo de Reino Unido, un demandante sólo tiene que demostrar que una publicación fue difamatoria. Entonces, la carga de las pruebas pasa al acusado, quien tiene varias posibles defensas, incluyendo que la publicación era verdadera.

Reuters

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