Opinión por Edel García
Regalar es un arte de dos caras, sobretodo viniendo de un político ya que tiene dos razones: las que alega públicamente y las personales. A veces puede ser variada este tipo de dádivas políticas: playeras, mochivales, útiles, trabajos, etc.… pero creo que se han superado con la introducción de ropa interior en las campañas.
Susana Hurtado Vallejo, la incansable candidata para diputada del PRI en Cancún, Quintana Roo ha seguido a la línea las expectativas casi imposibles en la política mexiquense. Ya de hecho estaban altas cuando fue noticia que Natalia Juárez candidata por el PRD en Jalisco se quitaba la ropa en pro de ganar votos.
La candidata del PRI Susana Hurtado recorre el distrito regalando calzoncillos y tangas a las mujeres y personas. Exhibió ante cámaras de televisión y fotográfos, lo que obsequia en las regiones y colonias que visita en su afán de ganar su distrito. Y luego quieren que el pueblo tenga respeto por la política, incluso TV Notas se dio noticia con ella.
Para colmo de sorpresa, valida según ella su idea alegando que “La ropa interior se la pondrán a lo mejor una sola vez, pero lo van a utilizar. Es algo necesario”. Una de sus contrincantes de campaña alegaba que en ninguna de las demandas que se recoge como candidato se habla de necesidad de trabajo y de seguridad en las colonias, no te piden ropa interior.
La política de campaña es la más interesante porque definitivamente a los candidatos se les ocurren las ideas más insólitas. Lo triste es que el pueblo está adoctrinado o acostumbrado a las funciones del circo y deja de tener crítica seria sobre quiénes los representarán una vez tomen posesión.
El irrespeto ciudadano comienza en las acciones y posturas abiertamente superficiales de algunos políticos. Al parecer la atención social o de los medios es lo que pesa al costo de lo que sea, todo por ganar un puesto y al final dar la espalda como de costumbre. Uno se pregunta si acaso no hay capacidad, discursos o acciones sociales que hablen más que una prenda de lencería.
No se entiende cómo es posible que siendo interpretada por la población del Distrito 13 en Cancún como una persona llevadera, humilde, muy activa en las redes sociales, que se sienta con las personas a un taco o cosas por el estilo sea más noticia por ideas absurdas que por hechos socialmente significativos.
Lo malo es que día a día la política y sus actores son cada vez menos creíbles y al parecer más absurdos los manejos de las campañas. Me pregunto yo: ¿qué es lo próximo que van a regalar? Es que definitivamente ya han hecho muchos regalos de pobreza, injusticia, inseguridad, deudas y malos negocios pero de eso el pueblo de tan acostumbrado que está…apenas lo nota.