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Mochilas, el inicio del derrumbe

lunes, 12 de diciembre del 2011

Por Jorge Olmos Contreras

Al diputado Ramón Demetrio Guerrero Martínez, mejor conocido como El Mochilas, no le alcanzó el tiempo para hacer los amarres necesarios y conformar una verdadera planilla “ciudadana”, como lo había anticipado al columnista el pasado lunes cinco de diciembre en un encuentro causal en el café Candela, donde el legislador compartía un pedazo de pastel con sus principales colaboradores.

“Voy a ganar, tengo la plena seguridad”, espetó a quien esto escribe, no sin antes reclamarle –de una forma moderada– por las dos últimas columnas donde se había manejado una posible alianza con el priista Andrés González Palomera, y por la presunta línea que dio el gobierno del Estado para apoyar sólo al proyecto político del director del Seapal, Humberto Muñoz Vargas.

“No hay nada para nadie, el gobernador nos dejó sueltos a todos”, dijo.

En la voz de El Mochilas había, sin embargo, un dejo de molestia porque según él “pensaba que tenía aliados” en la prensa, como si un espacio de publicidad obligara a un medio o a un periodista a rendirle pleitesía al adquiriente, o como si una transacción de tipo comercial conlleva la obligación de vender el criterio periodístico al actor político.

Muy equivocado en sus apreciaciones con respecto a los medios de comunicación, El Mochilas no pudo ocultar su enojo y giró instrucciones a su equipo de trabajo para cancelar los espacios que había contratado para publicar su trabajo como diputado del Congreso del Estado, pero lo hizo en un arranque, como niño berrinchudo al que no se le dieron las cosas y al que no le importó quedar a deber algunas cantidades –que todavía no paga—a varios medios de comunicación.

SEMANA DE PESADILLA

El comportamiento de Ramón Guerrero sólo dibuja a un Mochilas desesperado, cansado, ojeroso y sin ilusiones, producto de una semana de pesadilla, ya que pese a moverse como pez en el agua entre los miembros activos del PAN y tener desayunos, comidas y cenas todos los días con los militantes de Acción Nacional, no logró convencer a los panistas de peso pesado para que se sumaran a su planilla.

Al no encontrar los consensos, comenzó a tratar de piratearse a la gente de Humberto Muñoz Vargas, a quienes sentó en mesas como el restaurante Los Alcatraces de Fluvial Vallarta para pedirles de “la manera más atenta” que aceptaran una posición dentro de su planilla.

Como si se tratara de un encantador de serpientes, El Mochilas les decía una y otra vez que su proyecto era el ganador, que sólo él y nada más que él puede derrotar al PRI. Que Humberto Muñoz es más de lo mismo y que no es un buen producto electoral, mientras que Luis Michel es producto sólo de las calenturas políticas, según comentaron al columnista por lo menos tres miembros activos al que El Mochilas invitó a desayunar para tratar de persuadirlos.

Al final de la jornada, el tiempo sepultó las ilusiones de Ramón Guerrero de registrar una planilla competitiva y ya para el viernes nueve de diciembre andaba tan desesperado –como el oso Yogui en sus mejores momentos de lucidez—que no pudo contener la frustración de sus mejores simpatizantes, quienes le dieron la espalda y filtraron a la prensa las pretensiones de El Mochilas de intentar registrar una planilla completamente alejada de los compromisos y convicciones de Acción Nacional.

ERROR TRAS ERROR

El Mochilas cometió un gravísimo error el mismo viernes nueve, al dar a conocer entre sus seguidores el nombre de quienes iban en su planilla, lo que provocó una reacción en cadena y cuyo epicentro sacudió todo su proyecto político, ya que decenas de panistas que habían confiado en la inteligencia del diputado, abandonaron su nave para buscar acomodo en el equipo de otros aspirantes.

De esta manera, la gran mayoría que dejó las filas de El Mochilas se fueron directamente con el profesor Luis Michel Rodríguez, quien sin quererlo ni pretenderlo, recibió un regalo anticipado de Navidad y de esta forma fortaleció su planilla, la que se pronostica le dará la batalla al más fuerte de los tres pre-candidatos, nos referimos al ex director del Seapal, Humberto Muñoz Vargas.

Desencajado por la pifia, Ramón Guerrero trató de darse ánimos y para ello buscó todo el cobijo del regidor con licencia, Ignacio Guzmán García y de la familia Murguía-Cibrián para que le armaran una caravana de jóvenes que lo acompañaran, a pie por la avenida Francisco Villa y luego por la González Gallo, rumbo a las oficinas del Comité Municipal del PAN y registrarse el sábado en punto de las 17:00 horas.

Al interior de la finca que alberga el Comité Municipal, se oficializó el resbalón de El Mochilas, al registrar, efectivamente, una planilla que representa una afrenta a los principios de Acción Nacional, y que al intentar hacerla “ciudadana” cometió el error de incluir a una priista de hueso colorado y a un empresario que ha cohabitado con los gobiernos priistas, nos referimos desde luego al presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Gerard.

EL PECADO DE ELISA

Entre los presentes, la cara era de indignación y molestia, pero también de alegría y complicidad por los desaciertos de El Mochilas, ya que lleva como pre-candidatos a regidores ni más ni menos que a la dama más conflictiva que haya tenido el panismo vallartense, Elisa Ramírez, quien además enfrenta un serio señalamiento por sustracción de una mejor del DIF para llevársela a vivir a su casa.

De hecho, otro factor de primerísima importancia para que en estos momentos siga la desbandada de “mochilistas” es la inclusión en su planilla de Elisa Ramírez, la actual asistente de la regidora Ana Karina Cibrián, ya que la consideran una mujer sumamente problemática, que no tiene ningún mérito para ser regidora y mucho menos estudios.

Por si esto fuera poco, sobre Elisa Ramírez pesa una denuncia por sustracción de una menor del albergue infantil del DIF cuando ella era funcionaria municipal.

Y es que sin solicitar la adopción legal ni seguir el protocolo jurídico adecuado, Elisa Ramírez se llevó a vivir a su casa a la menor Angélica María Harris, pero cuando la niña se hizo adolescente, Elisa ya no la soportó más y un día hasta la corrió del prometido hogar materno.

Angélica María Harris creció en la casa de Elisa Ramírez, a ella le debe mucho de su formación, pero la relación “madre-hija” ha tenido sus altibajos y en el PAN cuestionan el descuido legal de Elisa al sacar a la niña del DIF.

El Mochilas se ha convertido en el protector de Elisa Ramírez y ha metido la mano incluso para que algunos periodistas no manejen esta información que implica a Elisa Ramírez en la sustracción ilegal de una menor, quizá por eso la metió en su planilla, pese a las voces en contra, de sus propios simpatizantes.

Para algunos panistas, Elisa Ramírez es la manzana de la discordia dentro del PAN y podría ser la puntilla para sepultar el proyecto del diputado local, ya que muy pocos panistas la ven con buenos ojos, luego de su protagonismo enfermizo al presumir que ella había sido la artífice para que se construyera el edificio del PAN en la colonia Independencia.

Pero no sólo es Elisa Ramírez, sino también otros de la planilla como Javier Pelayo Méndez (a) El Pitas Pelayo, aquél funcionario municipal que fue vergonzosamente despedido del área de deportes del Ayuntamiento por presuntas irregularidades y a quien además se implicó en el presunto robo los sacos de cemento que, siendo del gobierno del Estado, el propio Mochilas utilizó para hacer propaganda política y de la que se derivó una denuncia por presuntos delitos electorales ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana.

EL CASTILLO DE NAIPES

El resto de la planilla del diputado es tan débil que se podría caer con cualquier soplido, ya que lleva a Israel Ortiz como pre-candidato a síndico (hay que recordar que Israel y su hermano Agustín hicieron todo tipo de negocios en la junta local de Conciliación y Arbitraje cuando el segundo fungía como presidente); a la cuestionadísima María Candelaria Villanueva como segunda regidora; a Eliseo Torres, Irwin Ramírez Castillejos, Lupita Anaya Carlos Gerard Guzmán y Magaly Fregoso en las siguientes posiciones, y termina la lista con Norma Angélica Joya Carrillo y Carmen Hortensia García García, ésta última, presunta priista de toda la vida.

En el camino dejó a destacadas personalidades dentro del panismo vallartense como el profesor Carlos Murguía y el abogado Francisco Vallejo Contreras, que todavía se rasgan las vestiduras para defender al diputado.

Por cierto, tanto Carlos Murguía como el propio Vallejo hablaron directa e indirectamente con el columnista para pedirle que les echara la mano con El Mochilas, que hablara bien de él, que era una buena persona etc.

Al final de la tarde, muchos panistas y analistas políticos observan el inicio de la debacle del diputado Ramón Guerrero, un mochilazo que de no llegar a concretarse les va a doler mucho a aquéllos vallartenses que siguen padeciendo el síndrome del conquistado, que no pueden sacudirse su malinchismo ancestrado y que prefieren que venga alguien de fuera a gobernarlos antes de elegir entre sus propios correligionarios.

INFORMACION CLASIFICADA

SI HAY ALGO QUE DESTACAR DEL SEGUNDO INFORME DE GOBIERNO DE SALVADOR GONZALEZ RESENDIZ ES el trabajo de funcionarios como el secretario general, Jesús Sánchez, del jefe de participación ciudadana, Eliseo Aréchiga y del director de Servicios públicos, Roberto González –quienes van en caballo de hacienda para integrar la próxima planilla priista–, sin duda las mejores cartas de Chavita.

Roberto González, por ejemplo, ha obtenido resultados positivos en cinco grandes áreas:

1.- Certificación de playas, dos nuevas y dos más recertificadas.

2.- La autorización del relleno sanitario de El Gavilán para operar como tal.

3.- La propuesta de concesionar la recolección de basura.

4.- El inicio del proyecto de riego por aspersión y reforestación de la avenida de ingreso.

5.- La iluminación total de la calle principal de Las Palmas y la avenida Federación.

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