Buena mano

Opinión por Hugo Lynn Almada

Desde hace algunos años, la crisis mundial ha pegado duro en Puerto Vallarta. No hay una familia en la que no se hayan resentido los efectos de la crisis. Un montón de factores la detonaron, las causas han pasado desde las financieras hasta las de salubridad.

Cifras reveladas por la administración del aeropuerto internacional de Puerto Vallarta indican que en los últimos 4 años se han perdido unos 800 mil asientos de avión hacia este destino. Esto se traduce en mermas económicas y pega directo al bolsillo de cada uno de nosotros.

Desde el dueño de un hotel, hasta el bell boy, han visto reducidas las ganancias. Claro que, como siempre, los más amolados son los que más recienten la crisis económica: no hay dinero y el poco que hay no es suficiente.

Ayer estaba desayunando en el local de tortas ahogadas que atiende mi amigo Toño en la colonia Palo Seco. Esperando mi turno llegó a la zona del comedor un músico rasgando la guitarra y tocando algunas melodías. Tras aventarse un par de ellas se acercó a las mesas a buscar el apoyo económico de los comensales.

Nadie le dio un solo peso. Se acercó a mi mesa y saqué algunas monedas que puse en su mano. El señor agradeció y se persignó con ellas “que tenga buena mano”, me dijo. Yo pensé que ojalá que así fuera.

Hay pequeñas acciones que si todos hiciéramos servirían para paliar la crisis que pasamos. Comprar la ropa en la tienda de un emprededor vallartense; adquirir productos de consumo diario en tiendas de abarrotes familiares, panaderías y carnicerías ayudarían a reactivar la economía de los ciudadanos.

A veces, desprendernos de una moneda de diez pesos, o de cinco pesos para apoyar al músico que se para a ganarse la vida, no significa mucho para nuestra economía pero le permite a esa persona llevar el sustento a su familia. Es pues, el apoyo entre todos una de las acciones que nos puede servir para salir adelante en momentos de dificultades económicas.

Los grandes almacenes; las cadenas de ropa y los restaurantes de comida rápida emplean a gente local para funcionar. Desde luego que cuando consumimos ahí en algo apoyamos al apalancamiento de la economía, pero si dejáramos de destinar el 100% de nuestro gasto en estos lugares, y lo repartiéramos equitativamente entre ellos y los emprendedores locales, el flujo económico que se genera en Vallarta, se quedaría en una buena proporción en Vallarta.

No se trata de soltar propinas a diestra y siniestra, ni tampoco de regalar los pocos centavos que tenemos. Se trata de hacer un esfuerzo solidario, de pensar que cada uno de los que están haciendo un esfuerzo legal y honesto por salir adelante merecen al menos un apoyo, y con suerte, usted tendrá muy buena mano para que todos salgamos adelante.