Por Hugo Lynn Almada
En mi familia paterna hay un gran folclor. Son gente del norte, originarios de Sonora y todos ellos son personas llenas de anécdotas y graciosadas locales.
Una de ellas es la que reza, a manera de dicho, que “está buena mi Nana para mi Tata”, que es una tropicalización del viejo adagio que afirma que “nunca falta un roto para un descocido”, que, traducidos ambos a un castellano más puro podríamos decir que “están tal para cual”.
…y es que luego de la sesión de Ayuntamiento pasada, donde una mayoría de regidores autorizaron oootro nuevo endeudamiento, salieron algunos trapitos al sol, que dejan ver que al interior del equipo del alcalde más que a los acuerdos se busca llegar a las complicidades.
Ayer se quejaba en la prensa el regidor conocido bajo el mote de “Beto G” ó “Beto del Infonvait” que después de que votó en contra del nuevo crédito “sus 12 recomendados” habían sido despedidos. Bonita chingadera.
El jocoso episodio revela el nivel de política que hizo Ramón Guerrero para llegar a la alcaldía. Lo peor es que hay quienes lo defienden como si el de Ayutla en realidad tuviera buenas intenciones.
Saque cuentas el lector: si cada regidor de la fracción del Movimiento Ciudadano tuvo chance de meter 12 recomendados entonces la comuna tuvo que aceptar a 120 individuos que, sin importar capacidad, experiencia o trayectoria están cobrando un salario.
Lo demás es imaginar: si cada regidor pudo meter 12 personas ¿cuántas metieron los que hoy ocupan direcciones y otros cargos de primer nivel? ¿Cómo se van a cobrar los que le metieron dinero a la campaña?
Igual que lo hizo Gustavo en su momento, la red de Mochilas se sustentó en el compromiso de entregar a un grupo de aventureros las arcas municipales, y claro hoy no hay dinero que alcance, por eso urge sacarlo aunque sea debajo de las piedras.
Está jodido “Beto G” cuando se queja de que le corrieron a su gente, pues llenar la nómina de amigos es tan jodido como pedir un nuevo préstamo para endeudar más a la Ciudad.
Beto llora por que le sacaron a su gente. Mochilas se emberrincha porque no le apoyó el primero con el tema de la deuda.
De eso se trata el gobierno municipal: se cree que gobernar es como el juego de la cebollitas, donde a veces uno se empina y a veces el otro debe de hacerlo.
El problema principal entre el de el Infonavit y el de Ayutla reside en que están cortados con las mismas tijeras; las mismas ambiciones; la misma mentalidad y el mismo modito: por tanto se repelen, son polos iguales. Son tal para cual: está buena mi Nana para mi Tata.