El antecedente antagónico
Cada quien vela por lo que cree mejor, cada mundo gira sobre el análisis propio y absoluto. Eso creen muchos y eso es verdad. Pero qué hacemos cuando hay terceras partes involucradas, ¿se juega en patio privado o se extiende a predios públicos? Ese tipo de pulsos ronda muchas veces en los aires de nuestro estado y nuestra querida ciudad.
Esta historia es más añeja de lo que parece. Hace como dos meses y algo más, la Comisión de Tarifas del Transporte Público en Jalisco, integrada por concesionarios, lanzó su propuesta de incremento de un peso al pasaje. Para ZMG quedaría de 7 pesos, Puerto Vallarta, 7.50 y el interior de la entidad, 6.50. Sin embargo, esta iniciativa fue abortada porque la FEU y la magistrada del Tribunal no se pusieron de acuerdo. Toda alza de los precios quedó nulificada por ley.
Lo que generó esto es que se paralizaran las exigencias y comenzaran las amenazas de un paro camionero a nivel del estado jalisciense. No obstante, al haber un trámite judicial que obliga a acatar la medida del TAE, el gobernador Emilio González no pudo hacer nada sino lavarse las manos en el agua del debate. “Es la magistrada quien debe decidir cuánto deberá costar el pasaje y no el gobierno”.
Las consecuencias al ser tan contendidos los procesos legales en este país obligaron a que el lunes pasado se iniciara un paro general. Todo el mundo puso el grito en el cielo al verse de plano sin transporte para desplazarse al trabajo, escuela, trámite o destino. Hubo amenaza cumplida a pesar de que el director de Transporte Público, Alfonso Hernández Casillas declarara que se iniciarían actas administrativas y procesos de revocación de concesiones para los que se sumaran al paro.
Realidad encontrada
Pasaron por encima de eso la CTM la cual había negado el que se sumaría al paro, la Alianza de Transportistas y la Unión de Permisionarios de Puerto Vallarta. Todas estas sí dieron avisos a sus choferes de que no trabajaran el lunes en la mañana como medida de presión. Estuvieron 451 unidades sin prestar servicio público en la ciudad mientras que las personas, las que podían, eran sofocadas por ATM, taxistas, particulares y hasta el gobierno. Para algunos fue de río revuelto ganancia de pescadores.
Bien, el enojo no tuvo tamaño claro pero fue grande en las redes, las calles y las mentes de los trabajadores de la ciudad. Hay derecho a exigir reclamos cuando el servicio que se presta es eficiente, con calidad y rapidez. Cuando son solidarios, hay higiene, las unidades son óptimas, te dan el vuelto y el trato es amable. De otro modo para qué, cuál es el derecho. La presión que ejercen los camioneros estriba en que no hay insumos, crecen los precios del diesel…otros alegan que lo que querían era una subida de sueldo. Nada nuevo.
Lo mismo de siempre, que no se entiende qué significa RESPONSABILIDAD. Ni del gobierno por hacerse de brazos cruzados ni de los camioneros por pensar solo en ellos. Sin embargo, hay que destacar la unidad bellísima de los partidos de oposición: PRI, PAN y PRD.
¿Qué hicieron? Buena pregunta, porque normalmente no lo hacen, pero esta vez cedieron sus unidades para el traslado de las personas, en vista de que los taxistas estaban cobrando el doble y otros civiles no les interesaba la suerte de los necesitados. Se traían entre ceja y ceja algunos ediles que de plano en un futuro no dejaran entrar camiones al centro de la ciudad. ¡Veremos políticos!
Hasta el gobierno puso a disposición a tránsito, policía y el director de SEAPAL Oscar Fernando Castellón también ayudó a remediar la situación poniendo a disposición una flotilla de carros de la empresa. El mismísimo Alcalde se pronunció en contra de estas acciones que van en detrimento de los trabajadores, estudiantes y amas de casa afectadas por pleitos ajenos. Nadie perdió ocasión para lucirse, ojalá fuera más a menudo y con más disposición al Municipio pero sabemos que no es así.
Resolución suigéneris
Ni se sabe bien por qué levantaron el paro. Hubo negociaciones entre líderes sindicales de camioneros y el secretario general de Gobierno, Víctor Manuel González Romero y el titular de la Secretaría de Vialidad, Diego Monráz. Ya se sabe que por esa instancia no fue algo de Puerto Vallarta sino del estado, fue algo momentáneo ya que la tarifa se ha mantenido así por 4 caños. Lo que se concordó fue agilidad en el proceso del TAE aunque las negociaciones fueron de más de tres horas…sabrá Dios exactamente qué concordaron. Nunca se quede con lo que le dicen en público donde dicen que no habrá más paros por el momento.
¿No había consecuencias? Bueno, el gobernador Emilio González se explayó en estos días. Alegó que “los concesionarios aquejados porque la gasolina está cara y no tienen las ganancias que esperan en el negocio del transporte público que les vendan las unidades y la concesión al Estado. El gobierno se encargará de manejarlo a tarifa de 6 pesos, pero por alguna razón no ha habido propuestas de venta. Entonces sí es rentable el negocio”. Así o más populista. Aunque para algunos hay mucha razón aquí, debemos recordar que hace mucho tiempo no hablaba de ese tema, no quería. Ahora solo aprovecha la coyuntura.
¿Ecos en Vallarta Alcaldía? Pues no. Ni siquiera hubo una declaración pública al respecto. El gobernador de Jalisco hablaba de que en caso de que persistan los paros se buscarían alternativas para que otras personas o empresas prestaran el servicio. La pregunta es qué se hace el Municipio si nuevamente hay paro. ¿Habrá alternativas o estrategias aquí? ¿Existirán las que hubo en esta ocasión? Quién sabe…solo se sabe que a río revuelto, ganancia de vividores.