El balneario de Acapulco, uno de los principales destinos turísticos de México, se declaró en quiebra ante la imposibilidad de pagar una millonaria deuda que supera los 170 millones de dólares, informó su alcalde, que pidió este martes apoyo del gobierno federal.
“Estamos en una situación de quiebra técnica”, manifestó a la prensa el alcalde, el izquierdista Luis Walton, que asumió hace dos meses y quien acusó al anterior gobierno del puerto en el Pacífico de ampliar de forma exagerada la nómina y firmar millonarios contratos impagables.
“Ellos tendrán que aclarar las cuentas o pagar sus culpas”, agregó Walton, que pidió al gobierno federal “acudir al rescate de Acapulco”, un puerto que recibe anualmente a unos nueve millones de turistas, entre ellos un millón de extranjeros.
Las acusaciones fueron negadas por el antecesor de Walton, Manuel Añorve, del Partido Revolucionario Institucional, que dijo que las cuentas son “inexactas”, aunque sostuvo que el número de trabajadores pasó de 7.920 a 8.168, por “un incremento de 248 trabajadores, de los cuales 223 fueron policías”.
Acapulco se ha convertido en los últimos meses en una de las ciudades más violentas de México, debido al incremento de los crímenes atribuidos a carteles del narcotráfico.
El balneario de Acapulco, uno de los principales destinos turísticos de México, se declaró en quiebra ante la imposibilidad de pagar una millonaria deuda que supera los 170 millones de dólares, informó su alcalde, que pidió este martes apoyo del gobierno federal.
AFP