Por Edel García
El civismo es una de las formas clásicas de mostrar cómo se comporta la gente y cómo convive en sociedad. Tal vez la forma más clásica de ser cívico es mostrar respeto y cortesía a la ciudadanía. Por esa parte la Presidencia de Ramón Guerrero (Mochilas) es al menos coherente con la ciudad que representa postulando una actitud de apertura al pueblo.
Este viernes día de la Hispanidad fue distinto para Puerto Vallarta. Un Ayuntamiento temido en pleito y despropósito hace unos días, siendo una de las banderas del histórico centro de la ciudad, vuelve a ser epicentro de debate vallaratense. Esta vez la Presidencia luego de ser duramente cuestionada por la autoría de los “Mochivales” y su negativa, ha querido mostrarse más democrática.
En horas de la mañana la Casa de Gobierno ha invitado a la ciudad a colaborar con el Remozamiento de la Presidencia Municipal bajo la consigna “Porque la Presidencia es Casa de Todos”. Curiosamente los que más han puesto de su parte son los jóvenes, aquellos que han respondido más en las redes sociales con un aire de contentamiento y expectativa. Los mismos jóvenes fastidiados de haber sido el brazo popular de las pasadas campañas priistas solo para ver un Gobierno ventajista y distante que recuerda la frase: “El poder desgasta y la gente no olvida”.
El contraste ha sido inteligente y discreto, no se ha hecho para ganar a ojos abiertos pero la imagen se ha limpiado. Vallarta siente la necesidad de que el dirigente municipal desarrolle un sentido de pertenencia real a la ciudad que representa. Los que pasaban por el centro solo susurraban un deseo de lograr verdaderos movimientos sociales. Esta jugada ha sido más psicosocial que de remozamiento es por eso que es “casa de todos”.
Cuando alguien se apega a un edificio por lo que simboliza (vivencia, historia, parte, experiencias, sentir) más de por lo que representa (Casa de Gobierno y edificio político) y eres capaz de hacer que ponga su mano en sus venas, has ganado un apoyo y un sentido de pertenencia difícil de quitar.
Sin embargo, hoy no son finanzas sino diferencia e imagen lo que se trabaja. El ciudadano común solo espera agazapado pensando en que a Vallarta no deje de ser quien es, como dice la página oficial del Gobierno: la segunda zona económica más importante del estado de Jalisco y el tercer puerto más importante de México.