Por: Edel García
Dicen los viajeros que conocer una ciudad es admirar el aire que se respira en la forma en que caminan sus habitantes, el laberinto de sus edificaciones, la dinámica de la convivencia y el calor humano. Solo allí termina una ciudad, en el termómetro del Movimiento Ciudadano: la ciudad y su calor.
Tal vez una de las preguntas más honestas que pudiera pedirle aquella que pasa frío a su padre es: ¡Abrígame! Ese padre llamado Gobierno solo tiene una única manera de hacerlo y es dándolo de su propio pecho porque la ciudad no ama los actores sino los actos.
Enfocado a hechos se ha dispuesto una administración nueva con su nuevo Plan de Bacheo. Dispuesto a dejar la prepotencia de antaño y ponerse el overol de trabajo olvidado por las corbatas rojiblancas. Esta ha sido la presentación más esperada por una ciudad hija de huecos en todas sus arterias y ridiculizada por el más común como “Vachearta”.
La Alcaldía conoce que los baches no son pocos, conoce que un bache es un sumidero de agua, desviaciones, ponchaduras, tráfico, fealdad y lentitud en una realidad que necesita mucho más Movimiento para crecer. Pero un crecimiento que sea coherente con el apellido Puerto para exhibir no las vergüenzas de un malecón maquillado de espacio sin luces, o algún que otro rincón “visitezco” que convenga, sino cualquier espacio que el Plan de Bacheo Permanente pueda cubrir.
No se trata de que el nombre de “permanente” sea una estrategia de imagen sino de que sirva como incentivo al ojo popular cegado por la falta de asertividad de las anteriores administraciones. Creo haber leído que existe una diferencia entre tierra y verdadero material asfáltico, que maquinaria estatal prestada más iniciativa privada suman intereses y favores que el pueblo conoce como mal necesario.
Las buenas iniciativas nunca deben partir con dudas, la transparencia debería ser una de las posturas que llaman en el Mochilas como sencillez, humildad, trabajo y esfuerzo ciudadano. Ya sabemos que las lacras del pueblo radican en ser peces sin cola, están en el agua pero no nadan. De esos parientes estamos cansados cuando obligan a estar dentro de los seis municipios de Jalisco que más número de quejas genera ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH). Todo por el actuar de agentes de seguridad pública, violaciones a la integridad, libertad, privacidad y legalidad jurídica.
Dijo uno antes… que los baches son uno de los huecos del gran Bache en que ha quedado Vallarta, pero en su defecto, el más visible. Si el Gobierno pone la mano en las venas perforadas cada uno pondrá la suya en su pedazo de realidad. Deberíamos aprender de los mejores puertos donde la estética favorece el turismo y la generación de trabajo porque lo que se permite, sin dudas conjuga el verbo unir.